Una
frase de viejo cuño, me vino a la mente el sábado por la noche, la frase decía
esto:
“ No
concibo hamburguesa sin mostaza, ni domingo sin ruta de los Nenazas”
Así que el sábado por la noche en sarao nocturno con el Gavilán, decidimos salir el domingo, pero quedar un poco más tarde, a las 9:00 h.
Por si las moscas, pasadas un poco las 8:30 h. se me ocurrió echar un vistazo por la ventana, algún miembro del pelotón podía haber tenido la misma idea al no haber convocatoria y poder así repescarlo para el pelotón. Y así fue, pues Antonio en ese mismo momento entraba en la glorieta, siendo llamado y convocado para media hora después. Solo le quedaba dar unas pocas vueltas de calentamiento y esperarnos.
Tardamos un poco en salir, por ajustes en una de las bicis a última hora, con lo que a las 9:10 h. empezaba nuestro paseo. Por ser un día de descanso, se decidió una etapa relajada para así además llegar pronto a casa, que había cosas que hacer.
Bajábamos hacia el pueblo por detrás del Cerro del Telégrafo, sin darle vueltas por el sendero tradicional, hacia abajo por las calles.
Tras pasar la laguna de El Campillo, tocaba cruzar el rio. El lugar elegido, no hay otro, era el puente de las avispas. Sin problemas, solo vimos un insecto de esos amarillos y negros que no incomodó en absoluto y además el hueco en el puente ha sido reparado, con lo que el paso se hizo sin problemas.
Río Jarama a su paso por Velilla de San Antonio
Foto: Marqués
El siguiente escollo la zona anterior al azud en el rio Jarama, esa en la que se empeñaron en arar, poner vallas y cortarlo como fuera. Sin problemas, el paso continuo de ciclistas ha vuelto a su ser, solo dificultado un tanto con la puerta que sigue puesta y el estrecho puentecillo de hormigón que hay que cruzar a pie por las barras del cartel que colocaron tras él.
Foto: Marqués
El siguiente escollo la zona anterior al azud en el rio Jarama, esa en la que se empeñaron en arar, poner vallas y cortarlo como fuera. Sin problemas, el paso continuo de ciclistas ha vuelto a su ser, solo dificultado un tanto con la puerta que sigue puesta y el estrecho puentecillo de hormigón que hay que cruzar a pie por las barras del cartel que colocaron tras él.
El pelotón de la jornada
Foto: Un pescador rumano que pasaba por allí
Del resto de la ruta que voy a contaros que no sepáis. Disfrutando del paisaje y de las bellezas ornitológicas, a modo de una Garza imperial intentando pescar en el rio junto a la laguna de Velilla, un Avetorillo que cruzó el rio y sobre todo una pareja de Gavilanes, que buscaban sustento muy cerca de la ermita del Cristo de Rivas.
Foto: Un pescador rumano que pasaba por allí
Del resto de la ruta que voy a contaros que no sepáis. Disfrutando del paisaje y de las bellezas ornitológicas, a modo de una Garza imperial intentando pescar en el rio junto a la laguna de Velilla, un Avetorillo que cruzó el rio y sobre todo una pareja de Gavilanes, que buscaban sustento muy cerca de la ermita del Cristo de Rivas.
Solo quedaba un escollo, el de siempre por esa zona, la subida del Cristo de Rivas, donde el pelotón se estiró con el gavilán por delante, Antonio que ha perdido peso en el último mes y vaya como lo nota y el que escribe un poco después.