22 de julio de 2012, paseando por la senda del jabalí

Muchos de vosotros estáis de vacaciones, unos cuantos convalecientes de diversas dolencias y solo unos pocos estamos aquí manteniendo el pabellón tan alto como nos es posible.

Una frase de viejo cuño, me vino a la mente el sábado por la noche, la frase decía esto:
“ No concibo hamburguesa sin mostaza, ni domingo sin ruta de los Nenazas”

Así que el sábado por la noche en sarao nocturno con el Gavilán, decidimos salir el domingo, pero quedar un poco más tarde, a las 9:00 h.

Por si las moscas, pasadas un poco las 8:30 h. se me ocurrió echar un vistazo por la ventana, algún miembro del pelotón podía haber tenido la misma idea al no haber convocatoria y poder así repescarlo para el pelotón. Y así fue, pues Antonio en ese mismo momento  entraba en la glorieta, siendo llamado y convocado para media hora después. Solo le quedaba dar unas pocas vueltas de calentamiento y esperarnos.


Tardamos un poco en salir, por ajustes en una de las bicis a última hora, con lo que a las 9:10 h. empezaba nuestro paseo. Por ser un día de descanso, se decidió una etapa relajada para así además llegar pronto a casa, que había cosas que hacer.


Bajábamos hacia el pueblo por detrás del Cerro del Telégrafo, sin darle vueltas por el sendero tradicional, hacia abajo por las calles.


Tras pasar la laguna de El Campillo, tocaba cruzar el rio. El lugar elegido, no hay otro, era el puente de las avispas. Sin problemas, solo vimos un insecto de esos amarillos y negros que no incomodó en absoluto y además el hueco en el puente ha sido reparado, con lo que el paso se hizo sin problemas.

Río Jarama a su paso por Velilla de San Antonio 
Foto: Marqués



El siguiente escollo la zona anterior al azud en el rio Jarama, esa en la que se empeñaron en arar, poner vallas y cortarlo como fuera. Sin problemas, el paso continuo de ciclistas ha vuelto a su ser, solo dificultado un tanto con la puerta que sigue puesta y el estrecho puentecillo de hormigón que hay que cruzar a pie por las barras del cartel que colocaron tras él.

El pelotón de la jornada 
Foto: Un pescador rumano que pasaba por allí



Del resto de la ruta que voy a contaros que no sepáis. Disfrutando del paisaje y de las bellezas ornitológicas, a modo de una Garza imperial intentando pescar en el rio junto a la laguna de Velilla, un Avetorillo que cruzó el rio y sobre todo una pareja de Gavilanes, que buscaban sustento muy cerca de la ermita del Cristo de Rivas.


Solo quedaba un escollo, el de siempre por esa zona, la subida del Cristo de Rivas, donde el pelotón se estiró con el gavilán por delante, Antonio que ha perdido peso en el último mes y vaya como lo nota y el que escribe un poco después.

Antonio junto al río Jarama 
Foto: Marqués
 

Nos juntamos a la sombra, en la esquina de la avenida de las provincias con la calle Palencia y así dar por finalizada la etapa cuando llegábamos a las 11:30 h, con unos 27 km recorridos. No hubo Camelot, el día no estaba para cerecitas. Había prisa.

15 de julio de 2012, rodeando el aeropuerto hacia el Plaza Norte 2 (San Sebastián de los Reyes)

Se preveía una etapa larga aunque bastante llana, y como además se anunciaba un poco de calor, la convocatoria del domingo se hizo en la tarde del sábado para las 8 de la mañana del domingo.

Empezábamos un poco tarde por problemas varios, que le vamos a hacer, el estómago hace malas pasadas a veces, por lo que salíamos entorno a las 8: 10 u 8:15. Lo siento compañeros.

El inicio bajando por el Cristo de Rivas hacia San Fernando, para recorrer la margen derecha del río Jarama aguas arriba en busca de un nuevo destino inédito para nosotros. Antonio que volvió a no leer el correo, mala costumbre, se quedó en tierra después de una llamada en la que comprobó que ya estábamos por San Fernando.

Un avión 
Foto: Marqués

Después de llegar a la fuente junto al puente metálico que cruza el río hacia La Guindalera, GPS nos tenía preparada una pequeña senda junto al río llena de obstáculos que fue dedicada a uno de los ausentes, darle a la imaginación. Senda estrecha, con pasarelas de madera, piedras y ramas de árboles que dificultaban un tanto el trascurrir del pelotón. Todo eso para casi para no avanzar casi nada, un regalito.

Atravesamos el Paseo de los Chopos y de nuevo hacia la orilla del río para cruzar bajo un puente por el que pasa la carretera entre San Fernando y Torrejón de Ardoz. Seguimos adelante hacia el Barrio de la Estación en Coslada, donde tras pasar junto al azud en el río, cruzar bajo la línea férrea de Madrid hacia Guadalajara y llegar hasta un paso por encima de la M-21 y la N-II para alcanzar el restaurante de Las Moreras, ya al otro lado de la nacional.

Allí muy cerca de este restaurante hay una pista que recorre el vallado externo de la zona aeroportuaria de Madrid-Barajas, por La Muñoza, es la Vía Pecuaria SR-71.

Dicha vía pecuaria es una pista ancha, bastante llana, muy limpia y poco bacheada, picando ligeramente hacia arriba. Los incrédulos pueden ver el perfil de la etapa que nos confecciona GPS y además pensar que el agua siempre va hacia abajo.

No tiene ninguna pérdida hasta llegar a cruzar bajo la M-111, carretera que une el barrio de Barajas con Paracuellos del Jarama. Después de cruzarla bajo un puente, a seguir pues la vía pecuaria sigue sin pérdida adelante hacia nuestro lugar de parada.


El grupo con avión en despegue 
Foto: Marqués 

Más adelante se cruza un vado de cemento, donde solo pasa el agua cuando su cantidad es apreciable, sino entubada por debajo de él y poco después de nuevo otro arroyo con aguas que bajan desde los campos de golf de La Moraleja y una depuradora. Este arroyo cruza bajo las pistas del aeropuerto, hasta llegar al Jarama. Para cruzarlo dos opciones, por el agua o por encima de unos bloquecitos de cemento que permiten el paso solo mojando las ruedas de las bicis pero manteniendo los pies secos y libres de lo que baje por dicho arroyo.


Cruzando el arroyo 
Foto: Marqués

Poco después de nuevo otro arroyo, el de la Vega con aguas que bajan desde la depuradora de Alcobendas. Un arroyo de malos recuerdos pues junto a su curso ya en el interior del aeropuerto tuvo lugar el accidente fatal de hace unos años con un avión de Spanair, que causó la muerte de unos 160 pasajeros y tripulantes de un vuelo que intentaba despegar con rumbo a Gran Canaria. Seguro que lo recordáis. Este arroyo se cruza por un pequeño puente de hormigón.

La ruta continua aguas arriba por la ribera del Jarama hasta cruzar bajo la M-50  seguir un poco más arriba, girar hacia la izquierda para coger el Camino del Monte, volver a cruzar bajo la M-50 y dirigirnos enfilados hacia San Sebastián de los Reyes, no sin antes junto a una gasolinera cruzar sobre la N-I y alcanzar la zona comercial donde está entre otras tiendas el IKEA y el Plaza Norte 2, lugar de nuestra parada.

Plaza Norte 2 
Foto: Marqués

Allí nos juntamos todos para lo de siempre, el bocado, las fotos y unas risas, sobre todo que no falten las risas.

Pelotón y otras poses 
Fotos: Marqués

Una vez pasado este momento y para circular por las menos carreteras posibles, tomamos un pequeño sendero y atravesar, digo bien, atravesar un vallado metálico por un agujero hasta llegar al Camino de Escobar a Barajas. Poco después y tras un giro hacia la izquierda, tuvimos que atravesar de nuevo el arroyo de la Vega, con aguas residuales con color y un olor que tira para atrás. El agua baja por el arroyo antes de su paso por la EDAR de Alcobendas, que está un poco más abajo junto al Camino del Juncal.

Poco después de pasar junto dicha depuradora, el camino cruza bajo la R-II y giramos a la izquierda rodeando de nuevo la valla del Aeropuerto hacia el río Jarama para pasar entre la M-50 y el final de las pistas. Así llegamos de nuevo a la ruta por la que habíamos subido a la ida y retornamos río abajo hacia punto de partida por terreno conocido.

Avispa Lemond cruzando el arroyo 
Fotos: Marqués

El camino de vuelta ligeramente picaba hacia abajo por lo que el pelotón circulaba más rápido y veloz junto al vallado del aeropuerto. Trascurridos unos kilómetros nos disgregamos, con 4 unidades por delante y un dos más uno, por detrás. Haciendo la goma con breves paradas.

Los de atrás perdían tiempo, entre descansos para fotos y claro, para descansar uno que iba cansado y a remolque. ¿Quién?
Perdonar los de delante, que alguno tenía prisa y le hicimos perder tiempo, pero los aviones llamaban nuestra atención y sucumbimos al encanto de inmortalizarnos bajo esos gigantes metálicos.

Locomotoro con su nueva 29

GPS 
Fotos: Marqués

Como anécdota, GPS encontró la cabeza de un pobre Vencejo, que debió cruzarse por delante de un avión y hacerse cachos. ¿Cuántas aves perderán la vida en choques contra aviones?. Esa es otra historia.

Cabeza de Vencejo 
Foto: Marqués

Una vez atravesada la N-II, y en las proximidades del Barrio de la estación de Coslada, cruzamos difícilmente la incorporación hacia la N-II dirección Barcelona. Una circulación muy intensa hacia esa carretera dificultaba el paso. Alguno tuvo más problemas que otros, afortunadamente sin problemas finales.

Los de delante hicieron camino de vuelta por un recorrido casi similar al de ida, aunque los de detrás atajaron desde el Polideportivo de San Fernando hacia la circunvalación y ya por carretera llegar a la 3M y subir por el Cristo de Rivas hasta casa. En el ascenso, al menos un par con pájaras que hicieron pagar los resultados de la velocidad, no desayunar o no alimentarse bien en el desarrollo de la etapa.


El final y tras unos 65-67 kilómetros en el Camelot para los más afortunados. Donde nos tomamos unas cerecitas. Aunque una llamada de Raquel nos abría los ojos como platos, tenía una cazuelita de callos en casa dispuesta para los intrépidos que quedábamos. Ni que decir tiene que el detalle es de agradecer, que estaban tan buenos esos callos, como la carne, como la sangría, y que alguno que otro llegó a casa un tanto perjudicado empujando la bici a pie.    

La ruta 
By GPS

Recuerdos a los que estéis de vacaciones, a los que os habéis ido después u os vayáis y pensar que en las próximas etapas estaremos menos unidades del pelotón dispuestos a mantener etapas dominicales sin interrupción. Sin olvidar a CALZAS, en reposo obligado tras su operación de rodilla. ¡Recupérate que pronto pedalearás con nosotros de nuevo!

8 de julio de 2012, al Rock in Río por Velilla de San Antonio

Las previsiones de temperatura de nuevo nos daban una tregua para el domingo, por lo cual se convocaba una nueva etapa para esa mañana a las 8:30h. Madrugar un poco menos para que los que les confunde algo la noche puedan descansar un poco más.

A esa hora empezaron a llegar poco a poco los componentes del pelotón, pero Sargento Pegatinas ¿que te pasó?, te confundió del todo. Esos gins hacen pupita.

Así que tras una corta espera por si llegaba alguno más, dimos salida a la etapa neutralizada 10 minutos más tarde en dirección al Cristo de Rivas. GPS de nuevo había preparado una etapita de las suyas.

Hasta Velilla e incluso un poco más allá, conocéis todos la ruta, aunque quede dicho que volvimos a olvidarnos de la Senda del Jabalí, es empezar alargando y para alargar o acortar está el final.

Al llegar al puente que cruza por encima de la R-III, en el camino de subida hacia Loeches cambiamos de dirección y tomamos una ruta nueva. Discurría paralela a esa radial en dirección a Arganda, sin cruzarla en ningún momento.

Una vez en las estribaciones de Arganda, en una zona llamada Los Villares, que también conocéis bien, en el inicio de la pista blanca que pasa por el picadero de caballos vinieron las dos primeras bajas del pelotón. Un par de miembros nos dejaban. Foto y a continuar el resto.

Pelotón de la etapa 
Foto: Marqués


Caminito hacia arriba continuamos para juntarnos en la chopera que hay junto a la puerta metálica enorme, aquella que cerraron y abrieron por decreto. En ese lugar vino la primera negociación pues había dos alternativas para continuar. Una subir por la trialera que sale de la senda que baja de Campo Real, más corta, empinada y pedregosa o el camino que sale desde la misma chopera a la derecha, más largo, también con muchas cuestas y que acaba en el mismo lugar. La decisión en manos de Locomotoro, y fue por la directa, a subir y a subir, con dos cojones.

La reunión siguiente arribita del todo, junto al puente que cruza por encima de nuevo la R-III, de la que nos alejamos definitivamente. De allí quedaba poco para nuestro destino, de nuevo el Rock in Río.

Los siguientes kilómetros junto a grúas, maquinaria diversa y alguna que otra cantera, cruzando carreteras y bajo la N-III hasta llegar al recinto ferial del Rock in Río Madrid 2012. Allí todo parecía una batalla campal, la noche anterior había terminado el festival musical y había más basura por el suelo que en un vertedero. Eso sí, los operarios afanados en la limpieza del lugar.

El platanito
Fotos: Marqués

Aprovechamos que habían quitado la gran valla que cubre el cartel del recinto y nos hicimos la foto sentados bajo él. La foto nos la hizo un barrendero con un cañón soplador de aire, que hacía montones de residuos para recogerlos después.

El descanso se alargó entre risas y recibiendo mensajes del Holandés, que se había ido a la Sierra Pobre y nos mandaba testimonios de su etapa personal por el puertos serranos, en concreto el de La Puebla de la Sierra. Por las alturas.

En la Sierra Pobre 
Fotos: Holandés


Continuamos ya de regreso hacia el camino del Vaáamono por las canteras de Morata, entre olivares y polvaredas en las zonas de extracción, donde tuvimos un pequeño despiste que nos sacó de la ruta y nos llevó a contemplar una nueva vista de Morata de Tajuña y el valle de ese río desde lo alto. Muy bonito.

Morata de Tajuña desde lo alto 
Foto: Marqués


Un poco hacia atrás y camino del Vaáamono. Cuando llevábamos un trecho recorrido nos encontramos con un par de despistados, los denominados por GPS como Empanaos. Estaban buscando la vía verde entre los olivos, y estaban más perdidos que un pulpo en un garaje. En Morata perdieron la vía verde y la buscaban por allí. Además, uno de ellos no estaba hecho a las piedras de los camino, solo quería suelo firme y liso. Los dejamos en la vía verde junto al puente metálico.

De ahí sin pérdida hasta Arganda o de regreso a Morata, quien sabe. Solo nos quedaba el Vaáamono cuesta abajo, la carretera de Chinchón y la última parada en la fuente del parque en el pueblo de Rivas.

Solo quedaban las calles de Rivas, y lo mismo de siempre, camino del Camelot que tenía el cierre changado, acabando todos en casa del Profe, degustando unas cerecitas y aperitivos de nuestro anfitrión, de nuevo el mismo de la semana anterior.

Ni que decir tiene, que aunque alguno se empeñó en decir que la etapa había que alargarla porque era ridícula, nos cascamos 56 km del ala como el que no quiere la cosa. Lo podéis ver mejor en la ruta que nos manda GPS.

La ruta 
By GPS

El domingo más y mejor. Ciao.

1 de julio de 2012, a Loeches y a Campo Real por Valdegatos


Las condiciones meteorológicas habían cambiado sustancialmente para bien, las temperaturas habían pasado a ser más soportables y fresquitas por la mañana. Así y por sugerencia de algunos retrasamos la salida de esta etapa y así se convocó a las 8:30 h, así descansaríamos media horita más. Además, el cielo estuvo parcialmente nuboso en algunos tramos lo que nos alivió un poco más todavía.

La convocatoria tuvo éxito pues a esa hora ahí nos juntamos 10 Nenazas para tomar la salida rumbo a…. Bueno como siempre eso era tarea de GPS, que no quiso contarnos nada y casi a cuentagotas nos fuimos enterando sobre la marcha. Al final fue una ruta conocida y con malos recuerdos, aunque realizada en sentido opuesto en aquel mal día en el que David Clavitelli” tuvo su accidente donde se rompió el hueso de la clavícula del hombro. Ya sabéis la historia, para que contar más.

El Cristo de Rivas fue nuestro punto de partida, con una bajada tranquila para que poco a poco nos acercáramos a los Viveros Don Pedro para seguir destino hacia Velilla de San Antonio. Eso sí, sin Senda del Jabalí ni nada que nos despistara, recto y a correr.

La ruta ya conocida continua con la subida hasta Loeches, donde nuestro compañero Antonio se dio la vuelta. Momento que aprovechamos para la foto de grupo.

El pelotón de la jornada 
Foto: Marqués

Desde Loeches había que continuar subiendo, esta vez por el enclave llamado Valdegatos, con una cuesta infame con más piedras que en las ruinas del Partenón de Atenas, donde casi todos tuvimos que poner pie a tierra para llegar hasta la parte más alta. Solo se libró Salva que como un campeón esquivó a todas y nos dejó en ridículo al resto.

Ya por la zona el camino entre toboganes nos llevó hasta Campo Real, donde relajados en el antiguo lavadero nos tomamos el aperitivo, bebimos agüita y echamos unas risas. Todo quedó bien atestiguado por unas pocas fotos del personal desinhibido para los eventos de esta semana. ¡Mal pensados que me refiero a la Eurocopa!

Avispa Lemond

Elevator

GPS

Sargento Pegatinas

Holandés

Profe
Fotos: Marqués


La vuelta por el caminito de las piedrecitas, aunque como es de imaginar en sentido opuesto, cruzando después la carretera M-300 y llegando hasta la R-3, la cual seguimos en paralelo hasta cruzar por el mismo puente donde pocas horas antes habíamos iniciado la subida hacia Loeches.

El resto cada uno como pudo, incluso con esperas por la parte de atrás para atenuar la subida del de siempre, ese que va lento pero seguro, No hace falta muchas pistas, ¿no? Gracias de nuevo.

By GPS

El final tras unos 46 km recorridos en la casa del Profe, que nos tenía preparada una celebración de aniversario. En el día anterior había sido el cumpleaños de nuestro insigne profesor, el cual se desmarcó con unas ricas viandas, cerecitas del Mahou y sobre todo buena compañía, lo mejor de todo como siempre.

Celebración
Foto: Marqués