El
sábado día 3 dos miembros del pelotón salían en busca de rutas. Avispa tenía
ganas de marcha y GPS se la dio. No podían salir el domingo, que era el Día de la Madre.
Según
cuentan y tal y como se ve en el recorrido de la ruta, se subieron al Cerro del
Viso y se volvieron, casi ná.
En wikiloc por Avispa
Pero
otro pequeño grupo cumplimos con la rutina dominical e hicimos ruta el domingo,
como debe ser.
Salíamos
por la mañana y como no estaban los cañeros, a esos que les pone subir cuestas
y bajar senderos, decidimos dirigirnos por una ruta tranquila y plana, alguna
de vez en cuando viene bien.
Salíamos
por el Cristo de Rivas hacia San Fernando, a toda pastilla. Llegamos pronto al
Paseo de los Chopos donde los paseantes nunca faltan.
La
ruta no tiene mucho que contar, la hemos hecho unas pocas veces, que contar
más.
Rodeando el Aeropuerto Adolfo Suarez
Fotos: Marqués
Fotos: Marqués
La
única anécdota de la jornada fue la parada para recoger y firmar una de las
cajitas de un juego en el que participo, el geocaching. Paramos un momentín
para hacerme con ella y cuando fui a estampar mi firma, recordé que no tenía
máquina de escribir y que mi paso por ella iba a quedar sin registro.
Así
seguimos adelante rodeando el aeropuerto Adolfo Suarez como otros días. Aviones
por aquí, aviones por allí, un sin vivir.
Una
vez en la cabecera de las pistas una lucecita se encendió en mi cabeza y una
pregunta salió de mis labios.
¿Por
qué no nos acercamos al IKEA y cogemos un lapicerito para firmar a la vuelta.
El Profe alucinaba, Gavilán no se lo podía de creer, no daba crédito. Pero ya que
estábamos tan cerca, ¿por qué no?
Así
fue como nos plantamos en la puerta del IKEA, entré y cogí un par de lapiceros,
nos hicimos unas fotos y pa’lante.
En el IKEA
Fotos: Marqués
Fotos: Marqués
El
platanito nos lo fuimos a tomar junto al campo de fútbol del San Sebastián de
los Reyes, el Sanse. El Estadio
Municipal Nuevo Matapiñonera, un campo con capacidad para 3.000 espectadores y
hierba natural. El primer campo del equipo fue el Campo de Deportes de la UD
San Sebastián de los Reyes, más conocido como Matapiñoneras, y el nuevo estadio
ocupa la ubicación del anterior ya que este fue demolido por completo cuando se
desarrolló la zona comercial aledaña al estadio (Plaza Norte 2).
Luego
a volver, que el camino de vuelta es necesario si quieres llegar a casa, como
no. Por el camino mis acompañantes iban relajados haciendo ejercicios y
estiramientos.
Los ejercicios y estiramientos
Fotos: Marqués
Fotos: Marqués
Cruzamos
el arroyo por to l’medio, sin miedo al agua, que así se va más rápido que si te
paras.
Video por Marqués
Después
de cruzar bajo la carretera que une Barajas con Paracuellos del Jarama otro
ciclista nos pasó como una flecha, parecía que nos iba a dejar tirados. En ese
momento salí tras su estela y me pegué a su rueda, a ver hasta donde
aguantaría.
Parece
mentira pero después de un buen trecho el que no aguantó fue él, que se quedó
retrasado unos doscientos metros cuando yo hacía parada para firmar en la
cajita pendiente. Sonrió al pasar y no le volvimos a ver.
Poco
después llegaron el Gavilán y el Profe, que pararon mientras yo escondía de
nuevo la cajita, para seguir de nuevo en dirección a casa.
El
resto de la etapa tiene poco que contar, salvo la subida por la carretera del
Cristo de Rivas, donde el Gavilán se dedicó a achucharme para tirar detrás de
un grupo de los de las ruedas finas y acabé reventado cuando llegaba arriba.
¡Qué capullo! Consiguió picarme y al llegar arriba no podía más, pagué el
exceso.