12 de mayo de 2013, y volvimos a Chinchón

La tarde anterior fue convulsa, el guasap no paraba de sonar porque el pelotón quería adelantar la hora de salida a las 8:30 h. del domingo. Mensaje pacá, mensaje payá, y al final alguno no se enteró muy bien. Así se perdió unos preciosos minutos de sueño para todos, aunque es de marcar que alguno los perdió en la noche anterior, la noche os pierde compañeros.

Así con alguna baja de última hora, un enfermo, un cansado y uno que dice que viene y no cumple, partía el pelotón a eso de las 8:50, veinte minutos después de la hora propuesta.

Jokin lo tenía muy claro, la etapa tenía que ser larga y dura, por eso eligió una de las míticas más largas, a Chinchón.

Había que ir lo más recto posible, sin regates ni revueltas por lo que nuestro camino más habitual el Vaáamono tenía que ser el elegido. Para llegar hasta Morata, nuestro primer municipio de destino, es lo más recto y corto, por eso el mejor a elegir.

Una vez en lo alto, como viene ser habitual cuando acudimos por esas latitudes, Antonio completó su periplo y desde ahí volvía para casa. Foto de pelotón y a seguir, que quedaba mucho por delante.
 


Pelotón de la jornada
Fotos: Marqués

La continuación rápida por debajo del puente metálico de la vía verde, para esquivar olivares y tras pasar por la senda del Piolín, llegar hasta el camino que baja directo hasta Morata.

Como no podía ser menos, nos volvíamos a cruzar de nuevo con el tractor azul de la última vez, de nuevo en ruta hacia arriba y nosotros a toda caña para el pueblo. Ya no solo nos cruzamos con el viejo de la cuesta sino que el tractor va a ser un escollo habitual que no faltará para moderar la velocidad de alguno.

En Morata ni paramos, aunque alguno se acordó de las palmeritas no tocaba hoy su degustación. Así que sin parar tomamos la carretera hacia Valdelaguna para girar una vez en el camino de la Finca de la Estaca, la de la reja.

Un camino de reciente uso por el pelotón, pero que se está haciendo habitual y que destaca por la belleza de los campos que flanquean al río Tajuña y que seguimos durante unos cuantos kilómetros hacia arriba.

Antes de llegar a Perales de Tajuña, para subir a Chinchón hay que girar a la derecha por un camino que nos lleva hasta dicho pueblo. La verdad es que dimos un rodeo un poco tonto, pues simplemente girando en el primero cruce y siguiendo el camino, empiezan las primeras rampas. Pero como los de delante estaban sobrados de fuerzas, hicimos una corta distancia que no venía a cuento, hay que aprenderlo para futuras ocasiones.

De ahí hacia arriba el pelotón se partió en dos, con los más fuertes por delante y los menos agraciados por detrás, a nuestro ritmo.

Poco después de dejar atrás la cantera-cementera o lo que sea, recordar que una empinada rampa repleta de grava de las que quitan el hipo. Hasta la fecha nadie había sido capaz de hacerse con ella a pesar de sus escasos 50 metros. Pero hay que quitarse el sombrero ante el Gavilán que aunque le falló una de las pedaladas finales, se hizo con su 29er y llegó hasta lo alto del tirón, sin bajarse de ella. Como dije otras veces, eres el puto amo Gavilán.
 
Los ruedones hacia Chinchón
Foto: Marqués

Allí los de delante hicieron una corta espera para compactar de nuevo al grupo, tomarnos un buchito de agua, una foto y de nuevo para arriba.

Desde ahí el grupo se volvió a partir en dos, con los mismos protagonistas de la anterior vez, y así se completó la subida hasta la plaza de Chinchón, el siguiente punto de encuentro.

Los de detrás, a un ritmo más acorde con nuestras posibilidades hicimos una subida más cómoda, con alguna parada para inmortalizar la jornada, que merece la pena para el recuerdo.
Hacia Chinchón en un tramo de la ruta de las fuente, en el término municipal de Valdelaguna
Foto: Marqués
 
 




A las puertas de Chinchón
Fotos: Profe y Rulo

Una vez en la bellísima plaza de Chinchón nos tocaba el platanito, unas fotos y unos instantes para el deleite de un entorno agradable a la vista, incluyendo algún bellezón de dos patas de quitar el hipo.
 







En la bella plaza de Chinchón
Fotos: Marqués

Tocaba bajar, que nos quedaba todavía bastante por delante. Recorriendo las calles del pueblo localizamos sin dudarlo la ruta a continuar para no desviarnos del camino habitual de bajada hacia el río Tajuña.

La bajada estaba mejor que en anteriores ocasiones, al menos con menos polvo en las primeras rampas por la humedad que las últimas lluvias han dejado sobre el terreno.

Así sin parar llegamos hasta el puente que cruza el río a la altura de la laguna de San Galindo, esa que solo vimos una vez desde lo alto, en una etapa de los 29er dirigidos por GPS.

Tras recorrer la larga pista que lleva hasta la carretera entre la Alcoholera de Chinchón y Titulcia, nos quedaba por delante el escollo de subir hasta la vía pecuaria, más conocida por la subida de Valsuputamadre, esa que trascurre por las calles de la urbanización Valgrande.

Hasta arriba llegamos de nuevo en grupetes, con Jokin como no podía ser menos por delante, seguido por Avispa y Gavilán, cerrando el pelotón el Profeyo y Rulo, en ese orden si no recuerdo mal. Una dura cuesta que ahora se hace más llevadera por el mejor estado físico de los miembros del pelotón.
 









Urbanización Valgrande
Fotos: Jokin

Una vez en lo alto, una parte se quedaron en el camino, aunque el Profe y yo nos acercamos a la fuente a reponer líquidos. Qué fresquita estaba el agua y que bien nos sentó.

Desde ahí el grupo ya se separó en dos definitivamente, por delante los más fuertes y de nuevo en grupo compacto los que no podemos mantener el mismo ritmo.

Alcanzamos rápidamente la carretera de Chinchón junto a la cementera, eligiendo ruta diferente a los de delante, pues como otras muchas veces recorrimos un corto tramo de carretera, dejamos a la derecha la cementera para alcanzar el Vaáamono sin circular por la vía verde, tal y como hicieron los de delante.

Solo nos quedaba por delante bajar el Vaáamono, recorrer unos kilómetros por la carretera de Chinchón y llegar hasta la laguna de El Campillo, para hacer una breve parada para repostar líquido en la fuente del parquecillo ya en Rivas pueblo.
 
 
Fuente en Rivas pueblo
Fotos: Rulo y Marqués

La subida hasta casa por el camino habitual, que alcanza el auditórium Miguel Ríos y tras seguir hacia arriba por la avenida Pilar Miró, culmina rodeando el Cerro del Telégrafo por el pinar, hasta llegar al parque con solo unas pocas calles que nos llevan hasta casa.

El recorrido final difiere según el método de medida. En los medidores del manillar de las bicis marcaba 80 kilómetros y si nos atenemos a lo grabado por el teléfono de Avispa, la distancia final es levemente más corta, 78’61 km. Elegir lo que más os guste.
 
Ruta a Chinchón
Por Avispa

Las cerecitas esta vez las degustamos en la cafetería del CERPA, el Camelot últimamente está cerrado y por no hacer camino en balde, nos sentamos en las mesas a la sombra para hacer el descanso del guerrero antes de volver para casa.     

5 de mayo de 2013, nos han dejao solos

Tras la eufórica de la salida del domingo anterior, donde participamos de la II Ruta de los Manantiales, en el municipio de Belmonte de Tajo, un bajón a modo de puente sobrevino en el pelotón Nenaza. Varios de los más habituales miembros del grupo hicieron puente y se largaron en busca de descanso y cambio de aires por otras latitudes. ¡Que bien viven algunos!

Como dijo aquel, “nos han dejao solos, a los de Tudela”. Así fue como a la cita dominical solo nos presentamos 3 Nenazas dispuestos a cubrir el expediente y no dejar el domingo en blanco. 

A eso de las 9 de la mañana, un poco después, partíamos rumbo a lo desconocido. En este caso decidió Calzas, que propuso una etapa tranquila y suave para estirar los músculos y poco más.  

Así fue como la etapa elegida fue la más plana y cómoda posible, la que rodea los cantiles yesíferos camino de la Warner, que de desconocida tiene muy poco. 

De la etapa apenas nada que destacar, es de sobra conocida por todos. El campo está en plenitud de floración, aunque es posible que aun queden más flores por salir.
 
Pelotón de la jornada
Foto: Marqués
 
Una vez cumplidos los primeros 25 kilómetros y tras la parada del platanito, propuse la vuelta por un lugar distinto y ese no podía ser otro que tomar el bello camino del monte de Gózquez para rodear todo el pinar, pasar junto al vertedero de Pinto, también conocido como “Gaviota’s Village”. Solo una cuesta hacía sufrir a los ciclistas, esa que te deja sin apenas resuello poco antes de alcanzar la carretera de San Martín de la Vega frente a la entrada de La Marañosa. Alguno la recordará de otras etapas.
 
En la Warner
Foto: Marqués
 

Camino de Gozquez
Foto: Josemari


 
 
Videos por Josemari

 




En el pinar de La Marañosa
Fotos: Calzas y Josemari



Imágenes de Madrid con la Sierra de Guadarrama al fondo
Foto: Marqués

De ahí nos tocaba un tramo de carril bici, cuesta abajo para llegar a la zona de La Aldehuela, junto a la vega del río Manzanares. Desde la carretera, coger la pista ancha y bacheada de siempre, para volver hasta Casa Eulogio rodeados de naturaleza. Cigüeñas, abejarucos, aviones zapadores, milanos, en fin una suerte de bellezas aladas.

 
Abejaruco

Cigüeña blanca

Milano negro
Fotos: Marqués
 
Una vez en los alrededores de la Escuela Nacional de Protección Civil, Calzas se nos escapó por delante, parece que había fijado su vuelta a las 11:30 h. y esa hora se había cumplido. Por detrás quedamos Josemari y yo, cerrando el mini grupo.

Llegamos al punto de partida entorno a las 12:30 h., buena hora. Y como Avispa estaba en casa de reposo de su pata de palo, le hicimos una visita de confraternización, para intentar llevárnoslo al bar del CERPA. La cosa no cuajó del todo, pues amablemente nos invitó a tomar las cerecitas en su jardín. Lo cual fue todo un detalle por su parte. Gracias Luismi.

Un día más en la vida del pelotón Nenaza.  

28 de abril de 2013, Ruta de los Manantiales, Belmonte de Tajo

Llegó el día marcada a fuego en el calendario, el Excelentísimo Ayuntamiento de Belmonte de Tajo y el Club Ciclista a Piñon Fijo organizaban el 28 de abril de 2013 en la localidad madrileña de Belmonte de Tajo la tercera edición de la Ruta BTT Los Manantiales. Una RUTA NO COMPETITIVA en la que muchos habíamos puesto muchas expectativas y una etapa que al final a algunos se nos hizo un tanto grande.

Cartel anunciador de la ruta

Amanecía un día en el que regresó el invierno, lo habían anunciado a bombo y platillo por todos los medios y algunos no nos lo creíamos. Los pronósticos eran de unas bajadas drásticas y desplome del termómetro, lo cual se cumplió casi a la perfección.

La partida desde Rivas, un poco caótica. Habíamos fijado como lugar de encuentro la explanada del CERPA, por no causar demasiadas molestias al vecindario, pero cada uno hizo lo que quiso y así montamos las bicis en los coches. Gracias sobre todo a Jokin y a Avispa, por la utilización masiva de sus vehículos, pues cada uno acarreó con unas cuantas bicicletas.


Que nos vamos
Fotos: Marqués

Aunque cuando salíamos de Rivas el Rain Alarm avisaba que la lluvia iría por otros lares, las noticias que enviaba el Sargento ya desde Belmonte no eran nada halagüeñas.  Incluso caían algunos copos sobre las calles del pueblo. Ver para creer, inmersos en la primavera y a punto de entrar el mes de mayo y con una temperatura de 3º C, nevaba en el sur de la Comunidad de Madrid.
 
Rain Alarm a las 5:00 h

Poco más de media hora tardamos en llegar a Belmonte de Tajo. Las calles estaban abarrotadas de coches aparcados por todas partes. Menos mal que rápidamente dimos con un prado donde aparcar lo vehículos y bajar todas las bicis en poco tiempo. Un bonito prado, que tras nuestra partida debió quedar un tanto perjudicado, aunque el agua que cayó después seguro ayudará a dejarlo como si nada hubiera pasado, incluyendo las bellas orquídeas que lo adornaban. ¿Os acordais de ellas? Creo que nadie puso su vista en ellas, lo merecen.


Abejera de la pasión, Ophrys sphegodes
Foto: Marqués

Con el pelotón Nenaza ya organizado acudimos a la zona de la salida, donde nos esperaban el Sargento y Casper, venidos diectamente desde sus domicilios. Hubo recogida de dorsales, foto de pelotón e incluso nos grabaron un video haciendo el ganso que podréis ver en el enlace de abajo. Un ciclista del BTT La Morlaka de Villarejo de Salvanés tuvo el detalle de grabarnos y colocarnos dentro del video. Gracias
 

Pelotón
Foto: Marqués

 
 


La salida
Fotos: Casper y Marqués

La salida fue un tanto revuelta, no por falta de organización que fue excelente y perfecta durante todo el recorrido, felicitarles por ello, sino por la gran cantidad de ciclistas apelotonada que esperaba ansiosa la salida. Y así fue como salió la serpiente multicolor por las calles del pueblo.
 
Los primeros tramos fueron bastante lentos, la acumulación de gente impedía en algunos puntos el circular medianamente bien, y en ocasiones había que parar para esperar a que se descongestionara el camino.
 


Atasco en los primeros tramos
Fotos: Marqués

Así fue hasta que llegó la primera bajada pedregosa, una de tantas que nos tocaría en suerte durante el recorrido. Allí unos montados y otros  a pata, bajamos la cuesta para continuar, y fue allí donde ya perdí el contacto con la gran mayoría de los Nenazas.

Para ser sincero, no me acuerdo demasiado bien del recorrido, se verá mejor en el video aunque se omiten los lugares más chungos. Me acuerdo de los tramos pero no del orden, eso es cosa de GPS que dedicó unos cuantos días a estudiar in situ el recorrido.










 
Diversas imágenes del recorrido de ese día y de anteriores
Fotos: GPS y Marqués

No voy a describirla porque seguro que me equivoco, solamente recuerdo ir tras Casper tras la primera bajada, descolgarme después e ir en solitario durante bastante tiempo y tras ser alcanzado por Clavi, ir haciendo la goma con él quedándome atrás en las bajadas chungas y recuperarle terreno y alcanzarle en las subidas.
 
Clavi
Foto: Marqués

Juntos llegamos al avituallamiento, donde los de delante ya habían partido, y cuando nos fuimos ninguno nos cogió por detrás. Aunque es de matizar, que solo teníamos rezagados al Sargento, que acalambrado no llegó hasta allí y a Rulo que poco después de esta parada tomaba una carretera que le llevaba hasta el pueblo, al igual que había hecho el Sargento.

Sube que sube, baja que baja, continuó la ruta. En una de las bajadas maravillosas, poco después de empezar a nevar, perdí el contacto con Clavi. La verdad es que tanta trialera es mucho para mí, el agotamiento físico y el psicológico hizo mucha mella en mis carnes.

Al llegar a lo alto en una de las subidas, mi pierna derecha volvió como antaño a dar la nota. Me dio justo tiempo a bajarme de la bici, cuando un calambre agarrotó el vasto interno de mi botillo derecho. Tuve que hacer una larga espera para que aquello volviera a su ser y poder continuar, pero ya no fue lo mismo.

Una vez en los alrededores del pueblo con el terreno muy embarrado a causa de la lluvia y a falta de unos 2’5 kilómetros, uno de los ciclistas de la organización me marcó un escape directo hasta el pueblo que no dejé pasar. Llegué hasta una calle muy empinada por donde pasaba de nuevo la ruta y la subí a pie. Una vez arriba, un nuevo atajo me llevó a la plaza del ayuntamiento y allí retomé el trazado para entrar en la meta donde esperaba gran parte del pelotón Nenaza.

Del resto de la gente poco sé, lo que me habeis contado. Los de delante debieron ir casi todos juntos. Las malas lenguas dicen que torearon a Jokin haciendo los tramos de recorrido corto cuando él hacia los largos y duros, llegando incluso antes que él a la meta. Que alguien me corrija si no es cierto.

Por detrás de mí a la meta llegaron Clavi y Calzas, a los que adelanté en el atajo final. Calzas con calambres en ambas piernas lo pasó malamente para concluir la etapa, cayendo al suelo por culpa de ello. No fue el único, porque Jokin también tuvo un incidente y cayó por los suelos en una empinada subida.

Para los que acabaron bien y por delante, felicitaciones varias, lo merecen sin duda.
 
La llegada
Foto: Sargento

En conclusión, una dura etapa no apta para todos los públicos y que aunque alguno dijo que puso a todos en su sitio, yo no estoy de acuerdo del todo con ello. Matizando un poco más diría que con ella cada uno debe saber dónde está su sitio, y al menos el mío está lejos de tanta trialera pedregosa con numerosas subidas y bajadas. Éste tipo de rutas no son para mí.
 
Ruta y perfil

La vuelta a casa en estampida y despavoridos, huyendo del frío cada uno como pudo. En los coches para llegar al CERPA y jarrearnos un tanto para festejar lo ocurrido. Acabamos con todas las existencias cerveciles del lugar, y no hubo más remedio que cambiar de sitio.

La idea fue ir a tomar una pizza al centro Covibar, pero desafortunadamente estaba cerrado. Y al final, con algunas bajas acudimos a la pizzería del Zoco, donde dimos cuenta de unas cuantas familiares hasta hartarnos ¿Alguien recuerda cuantas?
 
En la pizzeria
Foto: Casper

Y para finalizar una de Barrio Sesamo por si aun no están claras algunas expresiones coloquiales usadas en las crónicas:

Epi: Oye Blas, ¿qué diferencia hay entre ruedines y ruedones?.

 Seguro que es el tamaño de las ruedas de su bici.

Blas: No Epi, no lo has entendido aun.

Ruedines son los que no terminan las etapas de los domingos volviéndose antes y ruedones los que las hacen enteritas.

Epi: Gracias Blas, ahora creo que lo he entendido.

En fin, una jornada para recordar, pero a la vez para olvidar.
 

 
Otro video, en este caso de Mañanas Complutenses de Alcalá de Henares muy bonito e ilustrativo.