29 de enero de 2012, donde el viento nos llevó

Amanecía un día de perros aunque despejado, con un viento muy fuerte de NE, que a alguno le hizo darse la vuelta en la cama y no levantarse, que nos lo han chivado. Pero eso no fue motivo para que el grupo de Nenazas saliera de ruta dominical.

Con dos retornos al grupo, uno sobre todo muy celebrado, porque Trancas se reintregró al pelotón tras un parón de dos meses por culpa del ostión que se pegó en noviembre por las canteras de Morata. El otro reincorporado, Javi el Expreso.

Salimos bajando por el Cristo de Rivas, hasta San Fernando de Henares, para cruzar por el puente peatonal que nos lleva al Parque de La Guindalera. Ese camino lo debéis conocer o todos o casi todos. Lo importante fue el impresionante viento que nos venía casi de cara, para no olvidarlo. Creo recordar otra etapa parecida, aunque me suena que me lo contasteis, yo falté.

Por La Guindalera, los Huertos de Ocio de San Fernando y el Castillo del Soto de la Aldovea, llegamos a Torrejón de Ardoz, pasando junto al Parque Europa. Tras rodear el cementerio, por el camino que recorre la vega del rio Henares, tomamos dirección hacia Alcalá de Henares, para cruzar el rio por el puentecillo ya conocido de otras veces.

Calle del Calvario en Torres de la Alameda
Foto: Josemari

Antes de cruzar y en el tramo junto al rio, sonaron disparos de cazadores, creo les quede poco para dejar de pegar tiros. Tras uno de ellos, un par de Corzos se nos cruzaron por el camino. Igual ni los visteis, porque el único que me comentó algo fue GPS. Los demás mirando el suelo, para no tropezar.

Por caminos conocidos, llegamos a la base del Cerro del Viso, hito en esta etapa, un cerro que subimos en otra ocasión pero por el otro lado. Por ello, nos tocó subir un impresionante camino empinadísimo que la otra vez bajamos. Alguno del grupo tuvo que poner pie a tierra en más de una ocasión, la cuesta no permite que todos podamos aguantar el tipo. Yo lo hice hasta en tres ocasiones, sin complejos.

Arriba esperando alguno se quedó frío, incluso mi dichosa cámara que de nuevo dio la nota y no me dejó hacer ninguna inmortalización. Un avituallamiento largo para algunos y corto para otros, pero a seguir.

En lo alto del Cerro del Viso
Foto: Josemari

En el Cerro del Viso
Autor: Josemari

Bajamos hacia Torres de la Alameda, con un obstáculo en mitad del recorrido. Tras cruzar las líneas del AVE, una zona encharcada nos hizo poner pie a tierra de nuevo, e incluso a alguno le hizo poner pie en agua, porque no había vuelta atrás o mojarse o volverse. La decisión estaba clara.

GPS y Expreso junto a las vías del AVE
Foto: Marqués

Josemari junto a las vías del AVE
Foto: Marqués

De Torres de la Alameda y visto el horario marcado por el grupo , iniciamos el regreso hacia casa yendo hacia Loeches y después a Velilla de San Antonio.

Mi calvario como siempre, la vuelta. Aunque GPS me esperaba bajando hacia Velilla, le mandé para adelante y yo a trote cochinero para Rivas. Al tran tran.

Lo más duro, el llano entre Velilla y los Viveros Don Pedro, con un viento todavía más fuerte que por la mañana, o eso me pareció a mí. Una subida lenta pero segura, sin percances por el Cristo de Rivas hasta la meta del Camelot. Una media hora después del grupo.

En la parte que os perdí, creo que hubo unos percances. Una caída del Holandés, que el lunes llevaba el labio hinchado y un pinchazo de GPS, que fue recogido por Mari Cruz creo que en los Viveros.

Unas cervecitas en el Camelot, en mi caso y por tardón una sola, y a recuperarse para la próxima.

Un saludo a los que vinisteis y un tirón de orejas a los que faltaron por miedo al viento, NENAZAS.

22 de enero de 2012, el dia de la foto

En la jornada del domingo se acudía en primera convocatoria, para la realización de una nueva foto de grupo para la portada del blog. Algunos estamos saturados de la foto con los gorritos, es hora de cambiar.

A las 9 de la mañana, ahí nos dimos cita un puñado de nenazas, en concreto 10. Por diversos motivos faltaron a la cita unos pocos de los habituales. Hay que tener en cuenta que alguno se levantó sin dormir apenas, para salir en la foto de portada, cosa de agradecer.

La salida por el parque del Cerro, con una vuelta a dicho enclave, que parece que se va a imponer como salida habitual.

La bajada hasta el pueblo por la calle Pilar Miró, el Miguel Ríos y el polideportivo del pueblo, aunque tuvimos que hacer un poco de retorno para cruzar la A-III junto al metro de Rivas Pueblo.

Tomamos dirección a las instalaciones de Protección Civil, cruzando el rio Manzanares por el puente tantas y tantas veces usado ir la a Warner por el camino de los cortados en dirección a la junta de los ríos Jarama y Manzanares, allí en el desprendimiento.

El grupo en el desprendimiento
Foto: Marqués

Foto de grupo
Foto: Marqués

Y claro, en el desprendimiento y en vista de que un par de ruteros, harían camino de regreso a casa, nos hicimos la foto de grupo. Foto que tendremos que repetir allá por la primavera, cuando seamos capaces de hacer una salida multitudinaria.

Tras llegar a la Presa del Rey, vino una falsa alarma. Avispa Lemond tuvo un conato de pinchazo, que se solucionó en breves instantes.

Continuamos por el camino de servicio del canal del Jarama, lugar de malos presagios en forma de pinchazos que posteriormente se cumplieron, pues tanto Avispa Lemond como Aure Pegatinas, sufrieron de sendos pinchazos.

El primero en caer fue Avispa, con un pinchazo que le hizo cambiar desmontar la rueda y cambiar la cámara de su rueda delantera.

Pinchazo de Avispa Lemond
Fotos: Marqués

Detrás, y no se sabe bien si por envidia o porque razón, cayó Pegatinas. Pero con dos cojones, porque hubo que quitar hasta cuatro abrojos de su rueda delantera. Se los llevó todos.

El pinchazo de Pegatinas
Fotos: Marqués

Entre campos de cultivo, sorteando caminos y casas, llegamos a cruzar el rio Jarama, ya cerca de San Martín de la Vega por el puente de la carretera que une a esta localidad con Morata de Tajuña.

David
Foto: Marqués

La idea era hacer ruta hasta Titulcia, por lo que había que subir a las lomas situadas entre los valles del Jarama y del Tajuña. Subida realizada en principio por un cuestorrón asfaltado entre casas de la urbanización Vallequillas, y después por un camino no menos empinado llenito de piedras, lo aseguro.

El profe sube el cuestorrón de Vallequillas

Pegatinas y David suben el cuestorrón de Vallequillas

Marqués sube el cuestorrón de Vallequillas
Videos: Avispa Lemond

Parece mentira pero llegamos arriba, con una parada intermedia para el platanito y las risas de rigor. Entremezclados con un grupo ciclista de Ciempozuelos, con alguna moza en dicho grupo.

El grupo tras la subida de Vallequillas
Foto: Marqués

Al llegar a la cañada que recorre la parte alta de las lomas hubo poco que negociar, la hora no era la más adecuada para bajar hasta Titulcia y luego subir de nuevo hasta el lugar donde nos encontrábamos. Y GPS no tuvo dudas, mandó al grupo de regreso a casa y “a tomar por culo”. Aunque es verdad que al menos alguno del grupo hubiera tenido los ….. de hacer la ruta completa. Yo tenía claro que me volvía para casa, no voy a negarlo.

El grupo por la cañada hacia la cementera
Foto: Marqués

Cañada adelante, llegamos hasta la cementera de Morata, para enlazar con la vía verde y bajar a tumba abierta por el conocido camino Vaaáamono, todos en un grupo estirado.

En la carretera de Chinchón, como ya es costumbre, perdí el contacto con el pelotón, con un dolor intenso de espalda y de nuevo con el dichoso músculo Vasto interno cargado.

Parte del pelotón subió por las calles del pueblo, otros por los caminos de los cortados (Jokin, ¡te pilló de nuevo la trampa de barro!, aun avisando tu mismo) y uno con menos fuerza y sin ganas de sufrir un nuevo calambre, se subió al metro un par de estaciones.

Nos juntamos como habitualmente en el Camelot tras un recorrido de unos 60 kilómetros, donde recuperamos fuerzas y comimos algunos ricos aperitivos, en compañía de algunas féminas, esas que intentaron la semana pasada un lock out del pelotón.

Más de uno piensa en cambiar de lugar de fin de etapa, para no coincidir con las donnas, que nos tienen controlados hasta ese punto.

Avispa Lemond
Foto: Marqués

Y para finalizar, la nota jocosa de fin de etapa, con un nuevo pinchazo de Pegatinas, que al irse a montar en la burra para ir a casa, se encontró con su rueda un tanto perjudicada.

Nada Aure, una pegatina para tapar el pinchazo y a seguir.

Aviso de Jokin para el domingo

Jokin nos manda un mensaje para una recomendación para la salida del domingo:


"Hacemos lo que queráis pero los cortados, NOOO".


"Todavía estoy quitando barro de la bici y los pies de la salidilla que he hecho esta tarde".


Fotos: Holandés

15 de enero de 2012, pese al lock out a Pozuelo del Rey y tomar por culo

La salida de la etapa fue de nuevo convocada a las 9 de la mañana, y pese al lock out femenino, que en principio parecía que no iba a afectar demasiado al pelotón, éramos 10 los participantes en la jornada dominical.

Antes de la salida
Foto: Lemond

La etapa diseñada por GPS, algunos lo estaban esperando con emoción.

Empezamos con salida por el parque del Cerro del Telégrafo aunque dando una pequeña vuelta perimetral campestre al cerro, volviendo de nuevo al itinerario habitual en la parte alta de la calle Pilar Miró.

Una bajada en la que el frío era la nota dominante de la jornada, y que acabó al llegar a la laguna del Campillo. Continuamos rodeando la laguna y cruzando el rio por el puente metálico del Tren de Arganda, que pita más que anda. Allí las fotos de grupo, porque el lock out había afectado algo más al pelotón y a alguno le quedaba poco tiempo para retornar al hogar a cuidar a los vástagos y sus santas de paseo. Pero claro, eso es otra historia que esperemos dure poco.

Imágenes del pelotón
Fotos: Marqués

Subimos la primera parte de la vía verde hasta la mitad de la primera cuesta y ahí giramos a la izquierda por dentro del polígono en dirección a la zona noreste de Arganda, para tomar caminos en dirección hacia Campo Real.

Poco antes de dejar Arganda llegó la despedida de tres de los miembros del pelotón, a dos se les echaba la hora encima y al tercero, la cuota de kilómetros diaria.

El resto subimos por caminos ya conocidos aunque hacía mucho tiempo que no los transitábamos, pero no había problema, GPS iba comandando al grupo. En un momento de la etapa vino la primera negociación, para alcanzar Campo Real GPS propuso dos rutas, una con una parte muy empinada y en teoría más corta, y otra más suave en teoría más larga.

Cuatro eligieron la ruta empinada y los otros tres, la larga y más suave, pero todo debió ir igual porque la llegada fue al unísono, con los siete en la plaza de Campo Real a la vez.

En la plaza de Campo Real la parada de habituallamiento, sin foto de grupo. Platanito, barritas, y otras viandas, incluso me bebí una pequeña botella de Red Bull que parece que me hizo revivir durante un rato cuando íbamos hacia Pozuelo del Rey. Porque en segunda negociación decidimos seguir adelante y no volvernos sobre nuestros pasos.

Salimos como flechas, y se nos quedó retrasado el Profe, que poniéndose el casco en la plaza del pueblo no siguió nuestra estela y hubo un tiempo extra de relax hasta que conseguimos que se reincorporara al pelotón.

Unos tiramos camino adelante, otros fueron en su busca y alguno esperó a la salida de Campo Real, y llegando a los desfiladeros de la ruta hacia Pozuelo, nos juntamos de nuevo.

Ruta hacia Pozuelo del Rey
Foto: Marqués

Pozuelo del Rey está relativamente cerca de Campo Real, y la vuelta empezó nada más llegar a las estribaciones de dicho pueblo madrileño. Fue el punto más alejado de la etapa y de ahí el regreso para casa.

De Pozuelo del Rey tomamos dirección a Loeches, porque vino una tercera negociación y decidimos que ir hasta Valverde de Alcalá sería demasiado para algunos y sobre todo nos retrasaría mucho la llegada al Camelot.

Hasta Loeches un largo camino más o menos llano y una buena cuesta abajo que nos llevó hasta su casco urbano. Unos solo lo conocían hacia arriba y yo también lo hice este verano en solitario en aquella recordada etapa en la que Elevator sufrió de calambres y yo me quedé retrasado haciendo una foto a un sapo, y tras no relocalizar al resto, volví en solitario desde Valverde de Alcalá, pasando por Pozuelo del Rey.

Tras cruzar Loeches tomamos dirección hacia Velilla de San Antonio, camino también muy conocido por el pelotón.

Yo llegué ya separado del grupo a Velilla, y el resto del camino fue un calvario para mí. Aunque a la salida de Velilla hacia los viveros Don Pedro, Josemari me esperaba, mi ritmo era inferior al suyo y de lejos pude seguirle con la vista pero no de cuerpo presente.

Como digo, era un calvario para mí, el Red Bull parece que me dio alas al principio, pero después entre el frío y el exceso de esfuerzo, fue una verdadera losa difícil de llevar a la espalda.

Llegué en solitario a los viveros y tras un pequeño descanso cruce la carretera y tomé dirección hacia Rivas. Parecía que no iba tan mal, incluso intenté seguir la estela de una ciclista que me saludó al pasar junto a mí. si digo una y no uno. Pero unos pocos metros antes de llegar a la rotonda de la 3M, mi muslo dio el primer aviso y hubo erección en el músculo interno que baja a la rodilla. Según veo se debe llamar Vasto Medio. Una calamidad.

Una vez en la rotonda, con más pena que gloría me subí de nuevo a la burra. Pude subir un largo tramo a trote cochinero hasta casi la ermita del Cristo, pero ahí muy cerca de sus muros, vino el segundo y último aviso. Esta vez en ambas piernas a la vez y ya pude más que recuperar un poco y subir a pedalillo hasta la avenida de las provincias.

Allí volví a subirme y llegar hasta el Camelot, donde me esperaban los elegidos de la jornada, un plato de paella, un par de cervezas y para finalizar un buen plato de oreja a la plancha, ¡Qué rica está!

Y no me olvido de nombrar a la última incorporación al pelotón, David. Que viene dando fuerte y lleva dos etapas pedaleando junto a las Nenazas. Bienvenido al pelotón.

8 de enero de 2012, de nuevo al Rock & Rio

Hubo cambio de horario a última hora, pero casi todo el mundo se dio por enterado. Es posible que alguien se quedara en tierra al salir a las 9:30 h, porque la convocatoria se marcó a las 9:00 h. Ahí nos presentamos 8 Nenazas como campeones, con una nueva incorporación, David. Bienvenido al grupo.

Salimos sin un destino fijo, aunque con la idea de volver al Rock & Rio, lugar de peregrinación del pelotón preferido en las últimas semanas. La bajada tras el Cerro y por las calles hasta la laguna de El Campillo. Alguien sugirió los cortados, pero no tuvo muchos apoyos.

Como otras veces, bordeamos la laguna, cruzamos el puente del tren de Arganda, más conocido como "el de las avispas" y continuamos hacia Arganda. Tras un pequeño tramo por el carril bici en La Poveda, tomamos el atajo por el polígono hasta el hospital. recorriendo un corto tramo de camino paralelo a la via Verde hasta incorporarnos a ella.

Lo siguiente un nuevo pequeño tramo de vía Verde y de la carretera antigua que une Morata con Arganda.

Poco antes de cruzar la A-III, tomamos el camino que sube junto a dicha autovía, un camino que cogemos muy a menudo cuando vamos o venimos de esa dirección, pero que alguno todavía no reconoce demasiado bien.

Pasamos junto al Área recreativa de la Fuente del Valle, eso claro si alguien se fijó en el cartel, porque más de uno hizo recorrido extra al no recordar cómo se subía hacia nuestro destino y tuvo que darse la vuelta para retomar lo ruta.

Al final y en dos grupos, llegamos con facilidad al Rock & Rio, donde hubo platanito, descanso y foto de rigor. Además de un cabreo muy grande de un escopetero que intentaba cazar conejos junto a estas instalaciones y no le debió gustar mucho que pasáramos por una zona donde pretendía levantar algún conejo. ¡Que se jodan!, a estas alturas ya no deben quedar casi conejos.

Pelotón en el Rock & Rio
Foto: Marqués

Para la vuelta, decidimos, bueno decidí, ir hacia la cementera por las canteras de Morata, aunque cruzando de nuevo la carretera entre Morata y Arganda e ir hacia la via Verde para cruzarla bajo el puente metálico y bajar por el Vaaamono.

Por medio, tomamos mal una bifurcación y realizamos una parte nueva entre olivares. Aunque me di cuenta pronto, no hubo oportunidad de dar la vuelta al grupo y preferí seguir adelante porque suponía que acabaríamos en el mismo camino de siempre. Aunque alguno no se lo crea, poco después del error, confirmé que no íbamos por el buen camino por un gran pino entre los olivos que a ciencia cierta sabía que nunca habíamos pasado junto a él.

La reincorporación a la ruta, fue un poco accidentada, el camino se cortaba a escasos 50 metros y había que hacer esa distancia entre tomillos. El de delante a última hora acabó en el suelo, entre risas y alguna foto del personal que iba inmediatamente detrás.

Tras la caída de Lemond
Fotos: Elevator y Marqués

Después y como no podía ser menos, nuestro querido camino Vaaamono, cuesta abajo, con el pelotón estirado y con algunos jinetes a caballo en la zona más baja.

Nos arrejuntamos de nuevo junto a la carretera de Chinchón, y de nuevo nos estiramos.

Parece que la mayor parte del pelotón hizo el mismo camino para subir que hicimos para bajar por el pueblo, pero los dos últimos subimos como siempre por la ruta normal penando por las calles de Rivas.

Al Camelot, y tras unos 50 km, llegamos 7 de los 8 Nenazas, uno hizo retirada y ducha, y aunque pasó en coche junto al Camelot, solo se detuvo un instante a saludar por la ventanilla bajada. Pero para compensar tuvimos varias visitas, Josemari parece que recién levantado, y las familias de algunos del grupo. Ni que decir tiene que aunque a alguno se le calentó el tiesto con el joven camarero, los dos platos de paella, las bravas y los boquerones estuvieron perfectos. 

Pelotón en el Camelot
Foto: Marqués

1 de enero de 2012, saludando al nuevo año

Comenzó la mañana con una miniconvocatoria a las 10:15 de dos ...valientes no, lo siguiente (Jokin y el presente).

Nada más salir al encuentro de mi compañero ese día, ya noté que algo no iba bién, me salía el Cardhu 18 years por las orejas, pero me dije: tranquilo ya llevas 100 metros.

Al llegar, Jokin me propuso dar una vueltecita a la Warner en plan tranquilo, ¡en dos horitas en casa me dice..! yo, que soy de números, ya me dí cuenta que de tranquilo nada, mientras le miraba de reojo.

De tranquilo nada, le dimos a buen ritmo hasta llegar a la Warner, buen ritmo para mí claro (tened en cuenta que es la primera vez que llego hasta allí).

La vuelta ya empecé a arrepentirme del ritmo autoimpuesto a la ida, iba muerto, mientras Jokin a su bola.

Peeeeeero aquí empezaba lo bueno, de todas mis salidas es la única que he visto ciclistas femeninas, de hecho nos cruzamos con una que al saludar casi me caigo.

La prima de Aurelio

La primera, le digo a Holandés si la había visto...y va y me dice: sí, y por el acento es brasileña... jueeeeeeeeeeeer! con un hola detecta la nacionalidad... me estaba vacilando fijo.

En lo que es verdad es que salió mucha gente, sobre todo a partir de las 11:30 h.

Otro percance que tuve fue en la subida del derrumbe, que se me salió la cadena y no tenía narices a engacharla.

Aquí la otra anecdota fue un dúo de chavalas que me preguntaron si necesitaba ayuda, por supuesto les dije que me había parado a contemplar el paisaje, (dignidad ante todo).

Bueno, y por último la subida del pueblo (un infierno), es la primera vez que salía dos días seguidos y lo noté.

Al final casi tres horas con el platanito y lo de la cadena.

Siento haber personalizado demasiado en mí, pero es que Holandés iba fresco como una lechuga, (lo del acento es significativo).

Por: Aure

31 de diciembre de 2011, última etapa del año

A las 9.30 h., como un clavo, seis valientes Nenazas decidieron retar a las frescas temperaturas del último día del año 2011.

En principio pensábamos hacer un trayecto corto, pero luego se decidió ampliarlo algo más, estuvo diver.

Ya lo creo que lo ampliamos, pero en el Camelot. ¡Joder!, salimos un poco cutufitos, yo al menos.

Bueno, empezamos bajando por el Cristo hacia Mejorada, !que rasca hacia, coño! y con cuidado con la carretera que estaba un poco resbaladiza.

Nos desviamos en los viveros Don Pedro cogiendo los caminos de la Vega que allí hay. Digo los caminos porque andábamos algo desorientados, nos faltaban esos benditos ruteros que siempre nos guían por esos caminos de Dios.

Salimos a la via que hay hacia Velilla pero cuando llegamos al azud del rio Jarama, ya conocido anteriormente de otras rutas cuando vamos a Camporreal, llegó la primera sorpresa. Algún hijo de su p... madre había puesto una placa de prohibido el paso, propiedad particular, enmedio de las vigas que dejan cruzar el canal que allí hay, para más inri han puesto una reja vallada con unos impresionantes clavos para que te jodas un poco más.

Las vallas y los carteles
Fotos: Josemari

Nada a los Nenazas no hay impedimento que se nos resista, bordeamos bici a cuestas, la susodicha valla pero vimos que había arado el camino que nos lleva hacia el puente de las avispas, sin problema lo cruzamos como unos campeones.

Al llegar cerca del puente donde termina esta parcela había otro cartel con la misma letanía, prohibido el paso y tal. Hartos de tanta traba estos Nenazas estaban algo cabreados.

Otro cartelito
Foto: Josemari

Está visto que tenemos que ampliar la bolsa de herramientas, alicates, cizallas o incluso algo más, pues entre cazadores y latifundistas nos están jodiendo. Bueno, dejémoslo.

Al llegar a la Laguna del Campillo, decidimos ir hacia proteccion civil y al llegar a la depuradora cogimos el carril bici del arroyo de los Migueles hacia arriba para luego hacerlo de vuelta pero por el camino que hay paralelo pero con unos vaivenes bastante divertidos, con algún que otro boquete.

Luego ya de vuelta hubo dos valientes que se volvieron por los cortados, imaginad quienes eran, Holandés y Lemond.

Los demás volvimos por el pueblo llegando al Camelot pronto, 12.30 h., ahora allí estuvimos un buen rato, a algunos les vino bien las compras de las parientas.

Y nada, salimos más contentos de lo que entramos y la cuestecita de la calle Jaén les era más dura que los cortados.

Por: Josemari