Una nueva etapa con casi los
mismos protagonistas de la etapa anterior donde quedamos atrapados en el barro
camino de Morata. Se unió al grupo el Profe,
que está sufriendo enfermedades que le impiden un ritmo más constante esta
temporada.
Hacía unas cuantas jornadas
que Jokin quería llevarnos a la subida del Colombiano y esta vez propuso,
convenciendo al pelotón.
El frío no era demasiado
intenso aunque a la hora de la salida la temperatura era de unos 3-4º C, un
poco baja, pero bajando la carretera del Cristo de Rivas con la velocidad la
sensación térmica baja, sobre todo para los que van más rápido, que notan más
el frío sobre su piel.
Al poco ya estábamos en los
Viveros Don Pedro, donde nos reunimos de nuevo. Para ir hasta Velilla de San
Antonio elegimos el camino más recto, evitando la Senda del Jabalí, que da más
rodeos y en la salida hay que ir lo directo posible.
Gavilán en Velilla de San AntonioFoto: Marqués
Una vez en Velilla para
subir a Loeches, nuestro siguiente municipio hay dos opciones, la tradicional
desde la laguna de Miralrío y la que sale desde el casco urbano de Velilla, cruzando
el arroyo Pantueña y subiendo por el camino más conocido como el camino de
Clavi. La elección fue éste último porque hace mucho tiempo que no lo usamos.
Nos reunimos de nuevo en
Loeches, atravesando el municipio por sus calles, un verdadero lio cada vez
vamos por un sitio.
Al salir de Loeches nos
encontramos al pie de la subida del Colombiano. Allí Volador paró a toquetear
el cambio de su bici recién reparada por él mismo y la cadena de la bici de
Marqués hizo craj y partió por el eslabón de enganche rápido.
Volador reparando su cambioFoto: Marqués
Menos mal que Jokin que va
muy preparado, sacó uno nuevo, sacó e tronchacadenas y se puso manos a la obra
para hacer la reparación lo más rápido que pudo.
La subida durita como
siempre, esta vez sin ninguna ciclista que nos dejara en evidencia, nadie subió
por este camino mientras lo hacíamos nosotros y un grupete lo hacía hacia abajo
poco después.
Jokin llegó por delante,
¡qué novedad!, por detrás el Gavilán y Volador casi a la vez, cerrando el
pelotón el Profe y Marqués a la par coronando la parte alta del camino.
En lo alto de la subida del Colombiano
Fotos: Jokin y Volador
Dirección hacia Pozuelo del
Rey circulábamos en pelotón hasta que Marqués se descolgó porque la cadena de
su bici hacia cosas raras y bajó el ritmo por si las moscas.
Al parquecillo de Pozuelo
llegaron los cuatro de delante juntos y al rato Marqués, maldiciendo por el
ruidito que hacía su cadena de vez en cuando.
Tras la parada del platanito
en el parquecillo tomamos rumbo hacia Campo Real, a un ritmo más bajo por la
avería de la bici de Marqués, que volvió a retrasarse para evitar problemas.
Pelotón de la jornadaFoto: Marqués
En Campo Real volvimos a
juntarnos, cruzando las calles del pueblo rodeándolo por la izquierda.
En la subida hacia la
circunvalación que nos lleva hacia el camino del Botillo, otro nuevo percance
en la bici de Marqués, está claro que necesita un paso por el taller. Su rueda
trasera se pinchó y había que cambiar la cámara.
Al rescate vino Volador, que
hizo camino hacia atrás para ayudarle a reparar más rápido. Aprovechó para
intentar ajustar el cambio, pero la cadena siguió haciendo ruido hasta llegar a
Rivas.
En la rotonda de Campo RealFoto: Volador
Por fin logramos poner la
bici de nuevo en camino. Tocaba bajar el camino del Botillo, que cada vez está
en peor estado y seguro que no se arreglará nunca, abajo nos reunimos de nuevo.
Nos quedaban unos cuantos
kilómetros por delante para llegar a la urbanización de los Millares, en
Arganda, luego por carretera hasta La Poveda y hacer el resto de la etapa en
dos pelotones.
Jokin, Volador y Gavilán
cruzaron el puente de las Avispas, el Profe y Marqués por el camino junto al
río para cruzarlo en el Puente de Arganda.
En el Puente de las Avispas
Fotos: Volador
Poco antes de llegar al Puente de Arganda, GPS y Rafita llegaron por detrás, eran los del segundo turno, los que no madrugan. El hijo empieza a superar al padre en algunos matices llevándole a rebufo en muchas ocasiones.
Fotos: Volador
Poco antes de llegar al Puente de Arganda, GPS y Rafita llegaron por detrás, eran los del segundo turno, los que no madrugan. El hijo empieza a superar al padre en algunos matices llevándole a rebufo en muchas ocasiones.
En la subida Jokin y Volador
subieron por el calle del Polideportivo de las Lagunas, Gavilán por el
tradicional y el resto del grupo tras él, aunque sólo GPS y Rafita pudieron
alcanzarle.
El final en el Chapu, tras
unos 58 kilómetros, donde también acudió Avispa que había hecho etapa de Lobo
Solitario hasta el desprendimiento, ya duchado y cambiado vino con los que
acabamos la etapa en este bar.
Saludos y ánimo que pronto
llega la Primavera.