25 de enero de 2015, Nos han dejao solos a los de ......

Pues eso, como bien dice el título de esta crónica, en la mañana del domingo 25 de enero nos dejaron solos al Hombre Volador y a Marqués, unos por unas razones otros por otras, el caso es que sorprendentemente los dos solitos nos presentamos a la hora de la salida en la plaza. Falta la música pero creo que la conocéis.

Hacía frío pero no era para tanto, hemos hecho rutas en días de temperatura mucho más baja con diferencia. Al principio se nota pero una vez estas montado un rato, aquello es historia.

No teníamos ni idea de dónde ir, últimamente es una constante, como lo tenemos todo tan trillado que las dudas son la constante de las últimas etapas. Le tocó elegir al Hombre Volador, le tocaba decidir y así lo hizo.

Bajamos hacia el pueblo, por las calles tan conocidas hasta llegar a la Lauguna de El Campillo, donde cruzamos bajo la vía del Metro para encaminarnos por la M-832 hacia nuestro camino favorito, el Vaáamono.

Por este ancho camino subimos hasta el puente de la vía verde, donde hicimos reagrupamiento y decidimos por donde seguir.
 
Llegando a lo alto del Vaáamono
Foto: Hombre Volador


La decisión fue irnos a Morata por el camino del Piolín, camino que también recorremos a menudo, no pilla nada nuevo.

Pero una cosa nueva sí que nos encontramos, el camino del tractor, el que baja directo hacia Morata. Allí nos llevamos una gran sorpresa pues el firme ha sido remozado completamente, han desaparecido todas las piedras y surcos que hacen la bajada muy cómoda sobre todo para los que no amamos demasiado el riesgo.

Una vez en Morata nos paramos en la Panadería Conejo, la de “si quiere llegar a viejo, come pan de Conejo” donde hice una compra y degustamos de unas palmeritas. ¡Qué ricas están!
 


En la panadería Conejo
Fotos: Hombre Volador


¿Cuál era el siguiente destino? Pues dicho y hecho nos fuimos hacia Perales de Tajuña. Recordando que el Profe la semana anterior hizo este camino a la inversa, nos lanzamos hacia el camino de la reja.

Allí la escarcha cubría el firme en algunos lugares, pero aparentemente menos que en la foto que nos mandó el Profe.

Una ruta de las que nos gustan, llana y con un paisaje campestre muy bonito en todas las épocas del año. A disfrutar.

Llegando a Perales se me ocurrió una idea, ¿por qué no seguir un poco más por la vía verde y llegar hasta Tielmes? De nuevo dicho y hecho, sin parar en Perales nos lanzamos en pos del siguiente pueblo aguas arriba del Tajuña.

Hasta el área recreativa situada junto al puente que cruza el río hicimos ruta, y una vez allí tocaba la parada del platanito, que ya era hora. Unas fotos, un bocado y a dar la vuelta que nos quedaba mucho por delante hasta llegar a casa.
 
Puente hacia Tielmes
Foto: Hombre Volador


Pelotón de la jornada
Foto: Hombre Volador


La vuelta a Morata casi por el mismo sitio, salvo el último tramo de la vía verde que nos saltamos para ir por carretera hasta este municipio. Una vez allí por delante nos quedaba la subida de la pista asfaltada donde se encuentra la Fuente de La Gasca. Una subida dura más cómoda por su buen firme, donde te dejas todo lo que tienes para llegar arriba.
 
Puente sobre la A-III
Foto: Hombre Volador


Por delante unos cuantos kilómetros hasta llegar a la Ciudad del Rock, antiguo Rock in Rio, donde tuvimos que hacer una parada sin remedio, mi rueda de delante sufrió un pinchazo y hubo que cambiar de nuevo la cámara.

La bajada hacia el Hospital del Sureste por la Dehesa del Carrascal, donde sorprendentemente que daban restos de la nevada del domingo anterior. Algunas zonas en umbría donde la temperatura sube menos y la nieve se ha mantenido más tiempo.

El recorrido entre el Hospital y el Puente de Arganda lo sabéis de memoria, ¿cuántas veces hemos pasado por ahí? Pero una vez en el río Jarama el Hombre Volador decidió cruzar el Puente de las Avispas para ir a la otra orilla.
 
Cruzando el puente de las avispas
Foto: Hombre Volador


Una vez en la otra orilla, para ahorrar tiempo y llegar antes nos bajamos a la carretera que entra a la Finca de El Piul, muy bacheada pero de salida más directa.

Solo quedaba subir por la calles del pueblo para llegar a nuestro destino final tras 77 kilómetros de recorrido. Fuimos al Chapu, pero estaba a tope y no nos quedamos, para probar en el CERPA que estaba abierto.

Allí degustamos unas fresquitas cerecitas, Chema cumplía años al día siguiente y se tenía que pagar unas rondas. Gracias y feliz cumpleaños que nunca más vas a cumplir esos años y es algo que no se debe olvidar. Estás como un toro, vecino.

Felicitar también a GPS, que cumplió años el día anterior aunque nadie se dio cuenta y nadie nos avisó, felicidades Nenaza.

Nada más, eso es todo, ni más más ni más menos. Adiosssss.

11 de enero de 2015, una jornada de rara con lobos solitarios

Parece que no nos pusimos de acuerdo porque salimos en tandas con algunos que quieren ponerse en forma saliendo a su aire. Que si el frío, que si la hora, que no estoy en forma, vamos que cada uno por su lado, un desastre.
 
El pelotón oficial salía a la hora de siempre, nada de medias enteras que es como debe ser, aunque con pocos efectivos como suele pasar en las jornadas invernales.
 
No sabíamos donde ir así que Jokin tomó las riendas y a improvisar que es lo que tocaba esa jornada.
 
Bajamos por el Cristo de Rivas, qué frío hacia, como decía un castizo "hacia un bris que corta el cutis". Pero eso no es traba para que el pelotón Nenaza se lance a la aventura.
 
Una vez en los Viveros Don Pedro decidimos buscar la orilla del río para encaminarnos hacia Velilla de San Antonio por la margen izquierda del río Jarama pasando por la Senda del Jabalí, bonito paisaje en esta época del año a pesar del hielo que endurece el firme de los caminos.

 


Bajo el cristo de Rivas
Fotos: Jokin

 
Allí coincidimos con otro pelotón, con un par de jovencitos lebreles que dejaban atrás a sus padres. Con un par.
 
Rápidamente escapamos de Velilla siguiendo la ruta junto al río entre éste y las antiguas Graveras de Miralrío.
 
La idea era subirse hacia Loeches, pero el Hombre Volador no esperaba y Jokin despistado con en algunas ocasiones, hicieron irnos un poco más allá de la cuenta. Poco más y llegamos al Puente de las Avispas.
 
Nos desviamos para subir a la carretera y retomar ruta hacia Loeches. Una valoración del terreno nos hizo lanzarnos por un camino por el que creo nunca usamos al pasar por esos llanos. Una Vía Pecuaria que atraviesa la gran extensión plana para llegar hasta el camino por el que luego realizaríamos la subida hacia Loeches. El camino de siempre, muy conocido por todos.

 
Contraluz
Foto: Hombre Volador

 
La rodilla de Marqués no estaba muy apta para grandes ascensiones, un dolorcillo molestaba en las cuestas así que no era el día de subir grandes cuestas. ¿Qué porque lo digo?, imaginar, porque llegados a Loeches una malévola idea surgió de la mente de Jokin. Subir el Colombiano.
 
Convenciendo al pelotón de no ser el día apropiado, una propuesta surgió para hacer una etapa un poco más tranquila. Irnos hacia Torres de la Alameda y después hacia Torrejón de Ardoz como se contará más adelante.
 
Cada uno a su ritmo nos lanzamos en busca de nuestra siguiente meta Volante, Torres de la Alameda. Por las calles del pueblo fuimos a parar a la Plaza del Sol, delante de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

 




Fotos de pelotón
Fotos: Hombre Volador

 
Allí tocaba el punto de avituallamiento, es decir, la parada del platanito. Unas risas, llenado de bidones y como no, unas fotos de pelotón en una estatua ya conocida por los Nenazas.
 
Para continuar, ´nos fuimos en dirección hacia el Cerro del Viso, atravesando primero el arroyo Pantueña y después el arroyo de Anchuelo. Famoso lugar por su encharcamiento casi continuo que hace ponerse de barro hasta los ojos. ¿De donde saldrá tanta agua?
 
Siguendo ruta y poco antes de llegar a la carretera que sube al Cerro del Viso, giramos por un camino a la izquierda, camino que baja hacia la M-224 y en paralelo llegar hasta cruzar bajo la M-203.
 
De allí nos quedaba cruzar el río Henares por el puente de los hierros retorcidos para alcanzar  la senda que discurre en paralelo a éste río aguas abajo. Es un camino que conocemos como la Senda de los Corzos, si recordáis en una ruta coincidimos con tres corzos que huyeron de nuestra presencia.
 
Nos saltamos un trozo de camino para llegar hasta el cementerio de Torrejón y el Parque Europa, pues nos subimos al recorrido por la zona ajardinada para hacer la vuelta un poco más rápida y cómoda.
 
El resto del camino lo conocéis bien. Barrio del Castillo, Soto de la Aldovea, Caserio del Henares, Parque de la Guindalera, Puente del Moco y subida a casa por la carretera del Cristo de Rivas.
 
Al Chapu llegamos tras recorrer algo más de 60 kilómetros, no sabemos la distancia exacta pues todos los cuentakilómetros hicieron cosas raras y se pararon en algún momento.

Jokin tenía una promesa, tras cumplir años dejó pendientes unas cerecitas a los Nenazas.

 
En el Chapu de celebración de cumpleaños
Foto: Hombre Volador

 
Allí nos juntamos después con Avispa, uno de los lobos solitarios, que nos contó su ruta hacia Morata donde coincidió con el Profe, otro de los lobos solitarios de la jornada y finalmente con GPS que hizo su ruta por los cortados de Rivas.
 
 


Avispa y su ruta de Lobo Solitario
Por Avispa


Camino con escarcha entre Perales del Tajuña y Morata de Tajuña
Foto: Profe

4 de enero de 2015, un recorrido tranquilo por el anillo verde ciclista y el Madrid Río

Otro domingo más, otra etapa más, que las ruedas no paren ni un domingo.

Esto es lo que pensamos los que en esta fresca primera mañana del mes de enero nos montamos en la bici y salimos en busca de nuevas rutas.

No había nada claro, como en tantas y tantas ocasiones, pero a la vista de que nuevamente faltaban los gallos decidimos una etapa tranquila y sin muchas cuestas.

La decisión fue ir improvisando una ruta muy urbana por calles del sur de la ciudad de Madrid.

Salimos por el Barrio de la Luna hacia la carretera M-803, la que une la rotonda de la 3M con la M-203, entre Mejorada del campo y Vicálvaro. Creo queda bien claro así, amigos ripenses.

Una vez cruzada la M-45 por debajo tomamos la calle Pirotecnia, la de la izquierda, para seguir subiendo hacia Vicálvaro y seguir por la Avenida Gran Vía del Este, que pasa entre el Parque de Valdebernardo y Faunia, para atravesar el barrio de Valdebernardo y cruzar la M-40 hasta llegar al Anillo Verde Ciclista de Madrid.

Una vez allí entramos en este anillo ciclista recorriéndolo hacia el oeste para cruzar poco después la A-3 y encaminarnos hacia la zona de El Pozo y Entrevías, rodeando el Parque de Entrevías.

El anillo sigue en pos del río Manzanares, cruzándolo por un puente con el suelo de listones de madera e ir en busca de la puerta por donde tocaba salir, ya en el barrio de San Fermín. El Profe recordaba perfectamente el recorrido, recordar que hicimos esta parte de la ruta a primeros de octubre junto con Rulo y su amigo Emilio.

Al poco cruzamos la Avenida de Andalucía, sobre pasamos el Hospital Doce de Octubre y alcanzamos la calle por donde circularíamos unos cuantos kilómetros hasta llegar a la zona de la estación de Aluche, la Avenida de los Poblados.

El Parque Carlos Arias Navarro y la calle los Yébenes nos llevaron hasta las puertas de la Casa de Campo, por un puente cruzamos el Paseo de Extremadura para entrar en el gran pulmón de nuestra capital.
 
Entrando en la Casa de Campo
Foto: Marqués


La parada del platanito la hicimos junto al Puente de la Culebra, es una obra arquitectónica del siglo XVIII, que se encuentra en la Casa de Campo. Fue construido sobre el cauce del arroyo de Meaques y diseñado por Francesco Sabatini.
 
Madroño junto al Puente de la Culebra
Foto: Marqués


El puente se emplaza en la zona conocida como El Zarzón, en el extremo suroccidental de este parque. Se encuentra próximo a la confluencia del camino de Prado Rodajos, que aparece hacia el sur, y de la carretera de El Zarzón, situada al oeste. A sus pies se halla el Estanque Chico, formado por las aguas represadas de este arroyo.
Ahí hicimos la parada del platanito, reposando un rato y aprovechamos para hacernos una foto de pelotón sobre este bonito puente.

 
Pelotón en el Puente de la Culebra
Foto: Marqués


Atravesamos toda la Casa de Campo huyendo de las carreteras, siempre ea n paralelo al arroyo de Meaques y por sendas estrechas, pasando junto al Zoológico, al Parque de Atracciones y El Lago, para salir por el Paseo del Embarcadero hasta llegar al río Manzanares por la Puerta del Rey.

 
Lago de la Casa de Campo
Foto: Marqués


De nuevo una parada para inmortalizar el día, con anécdota incluida. Mirar la cara de los que posan, ¿de qué observación estarían disfrutando?, se admiten apuestas.

 
¿A quien miran?
Foto: Marqués


Junto al Puente del Rey
Foto: Hombre Volador


Selfie del pelotón de la jornada
Foto: Hombre Volador


Nos quedaba por delante el recorrido por el Madrid Río, lleno de paseantes, de la basura acumulada por las huelgas de los servicios de limpieza y de los colchoneros que iban al Estadio Vicente Calderón a la presentación de Fernando Torres.
Tras esquivar peatones, basura y demás trabas pudimos salir del Madrid Río, para seguir por el Parque Lineal del Manzanares, junto a la Caja Mágica y despedirnos de Madrid aguas abajo junto a la línea del AVE.
Por delante solo un largo camino hasta llegar a la Depuradora Sur, el camino de los charcos y así plantarnos en la Escuela de Protección Civil.
Por la carretera hacia Rivas marcaban los cuentakilómetros una velocidad cercana a los 30 km/h, en algún momento incluso superando esa velocidad. Parece que estamos en forma.
Llegamos al Chapu después de la subida por las calles de Rivas, donde nos encontramos con el otro pelotón de la jornada, el de los poco madrugadores. Ellos disfrutaron de otra ruta más corta y sin duda emocionante, no es para menos.

 
Los de la otra ruta
Foto: Avispa


Unas fotos de su ruta:

 


Asociación Legionarios Veteranos del Sahara
Fotos: Avispa

28 de diciembre de 2014, el Día de los Inocentes al Plaza Norte 2

Una nueva jornada y esta vez estaba marcada en el calendario por la celebración navideña que realizamos todos los años más o menos en estas fechas, luego veréis a que me refiero, aunque alguno de los que no nos acompañasteis se lo olerá.
 
Una jornada en la que los gallos, faltaron a la cita pero que otros a pesar de la lluvia que nos cayó en una parte de la ruta, ahí estábamos para dejar el pabellón bien alto.
 
Le pedimos opinión a Juanma, nuestra última incorporación, que lleva tiempo leyendo nuestras crónicas y era el día para que eligiera por donde llevarnos. Y así fue como salimos en dirección Norte en pos de las nubes que amenazaban los cielos de esa zona.
 
Bajamos el Cristo de Rivas, es la forma de alcanzar el río Jarama hacia el Norte. Después el Paseo de los Chopos y seguimos río arriba.
 
De la ruta poco decir, todos la conocéis perfectamente, aunque a algunos no les gusta nada. Es muy plana y hay a quien le gustan las cuestas. Un poco de todo nunca viene mal.
 
Y así rodeando el Aeropuerto Adolfo Suarez nos fuimos hasta el Centro Comercial Plaza Norte 2, en Alcobendas.

 
Con el aeropuerto por detrás 
Foto: Marqués

 
En los últimos kilómetros una lluvia fina caía sobre nuestras cabezas, es que somos así directos a la nube más fea del cielo madrileño.
 
Así que cuando llegamos a la plazoleta donde siempre tomamos el platanito, como seguía lloviendo nos fuimos a refugiar bajo un alero delante de la puerta de un nuevo supermercado que han abierto en la zona. Omito el nombre para no hacer publicidad, aunque lo podéis ver en las fotos.
 
Ahí vino el momento grande de la jornada, el descorche de la tradicional botella de sidra y su degustación por parte del pelotón asistente. 
 
A la rica sidra:

 










Fotos: Marqués


Selfie 
Foto: Hombre Volador 


Tocaba la vuelta a casa, y nada más salir Rulo se hizo un derraping en toda regla. No se le ocurrió otra cosa que usar los frenos en la primera curva con bajada asfaltada hacia la depuradora y tras unos cuantos controles, se fue por los suelos todo lo largo que es.

Los detalles de la caída os los imagináis, el pedal izquierdo sufrió un doblamiento por aplastamiento lateral del peso de Rulo que solucionamos en un momento, pero su pierna sufrió un desgaste lateral a modo de arañazo que podéis ver en la imagen que mandó después. A bici nueva, caída segura.



Daños colaterales
Foto: Rulo


El resto del camino sin novedad, deshicimos ruta casi por completo aunque hicimos un atajo una vez en el Polideportivo de San Fernando, separándonos de la vega del Jarama y circulando por la circunvalación de este municipio.

Para finalizar, la subida del Cristo de Rivas y a tomar unas cerecitas al Chapu, que sino parece que no hemos hecho nada.

A todo esto, hay testimonio de que nuestro compañero Avispa hizo su rentrée al mundo ciclista después del parón forzoso por una lesión en sus pinreles. A mejorar.




Selfies en casa y delante de la Escuela de Protección Civil
Fotos: Avispa
 

21 de diciembre de 2014, de ida y de vuelta por los Cerros Concejiles a la Dehesa del Carrascal

La semana pasada, en concreto el domingo 14 de diciembre hubo jarreo, pero no por dentro sino por fuera. Toda la mañana lloviendo, por lo que no hubo etapa.

Para el 21 de diciembre no hay crónica, nadie se ha puesto con ella aunque al menos hay registro gráfico de que los Nenazas salieron de ruta ese domingo.
 
Segú me llegó a los oídos la ruta fue corta, dura e intensa, como otras cosas, pero poco he podido saber de ella más que se subió por el Vaáamono, luego los Cerros Concejiles, bajar a la Vía verde y subir a la Dehesa del Carrascal. La vuelta más o menos por el mismo sitio.
 
Aunque creo recordar que se recorrieron algunos caminos nuevos en los Concejiles. Si me equivoco, lo siento no estaba para certificarlo.
 
Aquí las arretrataduras de la jornada:

 
En la Dehesa del Carrascal




Parece que en lo alto del Vaáamono








Y en el Chapu
 Fotos: Hombre Volador