Pues si, no era un día para exceso de kilómetros y por ello la decisión fue realizar una etapa corta y celebrar las fiestas en el Camelot.
La quedada a las 9:30 h. en la plaza, donde nos presentamos 9 valientes en una gélida mañana.
La ruta prevista y la realizada coincidieron casi a la perfección, pues tomamos la salida por el parque del Cerro del Telégrafo y tomamos el poco usado últimamente, camino de los cortados.
El suelo en algunos tramos de la ruta, todavía estaba bastante helado y con un bonito color blanco que nos indicaba que aquella noche había caído un buena helada.
En los caminos escarchados
Fotos: Marqués
Recorrimos todo el camino casi juntos, o más bien, hubo muchos puntos de unión, para esperar a los rezagados y a los más cautos en las bajados pedregosas.
Diversas imágenes por la ruta de los cortados
Fotos: Josemari
Llegamos a la laguna del Campillo sin novedad, en grupo y el final de la ruta en la zona trasera de este espacio natural.
Allí justo donde empieza la senda que lleva hasta el puente de hierro del Tren de Arganda, nos juntamos de nuevo, y allí fue donde surgió de una mochila una botella de sidra El Gaitero, la mejor del mundo entero, ya tradicional para las celebraciones navideñas. Nos la bebimos al instante, y tras unos breves reportajes fotográficos y cinematográficos, iniciamos la vuelta a casa. Eran las 10:30 h.
En la Laguna del Campillo
Fotos: Marqués
El regreso al Camelot fue una desbandado total, 3 volvimos por las calles del pueblo y el resto de nuevo por los cortados. Aunque GPS eligió la ruta corta para volver acortando un tanto. Eso si la mañana ya caldeaba un poco más y los campestres llegaron con una ración extra de barro en sus bicicletas y trajes.
Los primeros en llegar, los cagaos de las calles del pueblo a las 11:30 h., después los más rápidos del pelotón, un grupo con 3 más poco después y el último uno, que no nombraré, que dio con sus huesos en ell suelo al salirsele la cadena en una cuesta.
En fin, que hubo jornada de confraternización navideña y celebración como debe ser, para ir acabando el año.
Un saludo a todos, y feliz año nuevo con rutas emocionantes por nuestro querido sureste madrileño.