17 de febrero de 2012, nos perdimos de nuevo entre Campo Real y Loeches

Poco poder de convocatoria hubo para esta matinal de domingo. Acudimos unos pocos a una etapa en la que a la tercera no va la vencida y de nuevo a falta del guía habitual, no pudimos realizar la inconclusa etapa a Perales de Tajuña.

Nos esperaba de nuevo a la altura del Miguel Ríos, nuestro compañero José Luis, Caracol a partir de ahora, lento pero seguro, que desde estos momentos forma parte también de nuestro nutrido repertorio de Nenazas blogeras.



Caracol
Foto: Marqués

Así sin pausa nos dirigimos camino a la laguna de El Campillo, con una bajada alternativa por las calles del pueblo, para no circular por demasiadas de sentido contrario. Mejor prevenir que curar.
Una vez allí, recorrimos toda su orilla sur, hasta llegar al puente de las avispas, carentes en invierno de nuestros queridos insectos, emblema de este grupo. El puente ha sido reparado recientemente, el jueves aquel un tenía unos grandes agujeros en la zona de paso, que han sido reparados nuevamente con la colocación de nuevas planchas de hierro para facilitar el paso.

Una vez cruzado, tomamos el camino que sube rio Jarama arriba, tras pasar por debajo de este puente para dirigirnos hacia el azud de este rio. Ya conocéis bien la zona y obvio el trazado que realizamos en esa  zona.

Tras salirnos del camino del río, y tras subir la corta rampita que nos lleva hasta la carretera M-208 en el tramo entre La Poveda y Velilla de San Antonio. Tocaba ir camino adelante hacia Arganda, por la zona de olivos que pasa por la zona de entrenamiento de perros y que pasa junto a la urbanización de este municipio llamada los Villares, para continuar por un valle muy conocido por el grupo, por la pista ancha que cruza bajo la R-2.

A la altura del picadero de caballos hicimos una paradita, las dos primeras bajas se volvían para casa. Jamones y Rulo decidían iniciar su regreso tras unos 18 kms recorridos.


 
Pelotón al completo
Foto: Marqués

Su vuelta debió ser un poco infructuosa, haciendo camino rio Jarama arriba, para pasar por Velilla y subir el Cristo de Rivas para llegar a casa. En la subida del Cristo, según me cuentan, la cadena de Jamones dijo basta y se rompió, y aun llevando eslabón de reparación y troncha cadenas, no pudieron repararla. Así que a pie, realizó el último tramo hasta su casa. Mala pata, compañero.

El mini pelotón siguió hacia arriba en dirección a Campo Real, cruzando la barrera de la finca Valtierra, donde por orden judicial tuvieron que abrir el paso, ya sabéis casi todos cual es, no hace falta más pistas. Para seguir subiendo por el camino del Botillo, famoso por las caídas de varios miembros del pelotón, el primero Jamones hace muchas fechas, luego Marqués, dando nombre al camino por el moratón que lució en su muslo izquierdo unos cuantos días tras la caída y por último el Hombre Volador, el día 25 de diciembre del pasado año, que le mantiene de reposo hasta la fecha.

La subida nos llevó hasta Campo Real, donde se reagrupó el pelotón por los efectos de una cuesta bastante empinada. El platanito nos lo tomamos como es de costumbre en la plaza del ayuntamiento de esta localidad.


Pelotón en la plaza del ayuntamiento de Campo Real
Foto: Marqués

Allí en la plaza nos acompañaban elementos un tanto curiosos, y como dice Avispa, el sur ya no es tan rojo. Un puesto de la Falange hacía patente que sigue viva la España profunda manteniéndose cosas del pasado, aunque la verdad es que leyendo sus planfletos de propaganda más parecían lemas progresistas que de un pasado ya lejano. Además una churrería, en la que Holandés no dejó hacer ninguna parada pa porras.
 

La plaza de Campo Real
Foto: Avispa

La negociación nos llevó por las calles de Campo Real en búsqueda de la ruta hacia Loeches. A falta de GPS, de nuevo como ya ocurrió en la última intentona por la zona, acabamos despistados por los olivares de la zona de Valdegatos. Esta vez lo hicimos hacia la izquierda y hubo que dar unas vueltas por caminos que desaparecían entre el monte, para regresar y por fin dar definitivamente con el correcto.

Una vez en la dirección correcta, ya quedaba claro que llegaríamos a Loeches, no sin antes bajar ese dichoso tramo de camino con más piedras que las morrenas de un glaciar, donde es difícil de bajar sin poner pie a tierra, por lo rocoso del trazado.Tal y como dice Avispa, una bajada brutal y muy técnica.
 

Bajada hacia Loeches desde Valdegatos
Foto: Marqués

Nos volvimos a juntar en la carretera que viene desde la M-208 hasta Loeches, donde en grupo compacto llegamos hasta la plaza de la localidad. Allí hubo habituallamiento, con una corta parada para reponer fuerzas y continuar hacia delante.
 
Un receso en Loeches
Foto: Marqués

La dirección elegida esta vez era la bajada hacia Velilla de San Antonio. Hay dos caminos a elegir para alcanzar este pueblo, hubo negociación y se decidió por convencimiento tomar el situado más al norte de ambos. Es muy conocido por un miembro del pelotón, ausente en esta etapa, por una caída desafortunada que le dejó la clavícula del hombro maltrecha y rota. Es tu camino Clavi y no olvidaremos nunca tu entereza para bajar andandiri hacia Velilla, donde te recogió Elevator para llevarte a casa. Hace mucho tiempo, y pasó a la historia del pelotón, como tantas y tantas anécdotas tanto buenas como menos buenas.

Cruzamos el arroyo Pantueña por el puentecillo y entramos en Velilla, atravesando las calles de la localidad para llegar hasta la laguna del pueblo y seguir adelante por la Senda del Jabalí.

Río Jarama arriba, a todas prisas, sin dejar esta bella senda llegamos hasta los Viveros Don Pedro. Solo nos quedaba el último escalón, al igual que nuestros acompañantes de ruta, para subir por la carretera del Cristo de Rivas y llegar al Camelot, a reponer fuerzas con las sin igualables cerecitas.

Un recorrido de casi 57 kms., donde todos disfrutamos de una agradable etapa, con temperatura agradable y con la amenaza de lluvia se cumplía, pues llovería por la tarde como estaba previsto en las certeras predicciones del Instituto Nacional de Meteorología.

Solo queda, como siempre, animar al resto del pelotón porque estas etapas desangeladas no son de recibo. Echamos de menos esas donde el pelotón es más numeroso y se rueda en buena camaradería. Hasta pronto Nenazas.
 


Ruta en Wikiloc por Avispa

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