24 de octubre de 2011, ruta a Zulema en Alcalá de Henares

Este domingo se presentaba complicado para el cronista habitual. Una paliza de tenis de mesa del viernes por la tarde, me había causado un dolor de lumbares que me mantuvo de reposo toda la tarde de sábado, con manta eléctrica incluida.

Decidí reposar y no salir de ruta, pero mi fallo fue salir a despedirme del grupo. Malditos cabrones, fuisteis capaces de convencerme y en unos cuantos minutos vestirme, coger lo que me acordé y salir a acompañar al resto de ciclistas intrépidos. Con tal de no tener que cambiar de cronista, sois capaces de todo.

A eso de las 9:20 h. ya estábamos en marcha. Como venía GPS la ruta insólita estaba asegurada. Bajamos por el Cristo, y tomando la carretera hacia San Fernando, estaba asegurado un camino junto al rio Henares por La Guindalera y Torrejón de Ardoz.

Una vez en el barrio del Castillo, de Torrejón, tuvimos la primera baja. Antonio que había salido para rodarse un poco después de mucho tiempo sin montar, se despedía del grupo y retornaba a casa. El resto hacia delante por ruta conocida.

Pelotón al completo
Foto: Marqués

Desde el cementerio de Torrejón, situado frente al Parque Europa, tomamos el camino que sigue aguas arriba del rio Henares, con un cambio de ruta muy favorable, más bonito y menos pedregoso. Buen cambio.

Los retrasados en la vega del Henares, en Torrejón de Ardoz
Foto: Josemari

Una vez en el puente que cruza el Henares, se unió de nuevo el grupo, esperando a dos que íbamos un poco retrasados.


Espera en el puente del Henares
Fotos: Josemari

Cruzamos el Henares y tomamos dirección hacia el Cerro del Viso. Una vez en su base, vino la negociación, podíamos subir el empinadísimo camino hasta la parte alta de este monte o continuar rio arriba por un nuevo camino inspeccionado esta misma semana por GPS. Menos mal que no había preparado nada.

La decisión fue clara y rápida, en este caso más vale lo desconocido por abajo que lo conocido cuesta arriba.

Un camino con vaivenes, muchos baches y alguna que otra zona con mucha arena suelta, y eso que parecía que por la noche habían caído algunas gotas de lluvia.

Alcalá de Henares con el cerro Ecce Homo a la derecha
Foto: Marqués


El destino final, la entrada de lo que en Alcalá de Henares llaman Parque Natural. Lugar donde está ubicado el Ecce Homo, monte muy particular de los cerros de esta insigne localidad madrileña, ciudad natal de Miguel de Cervantes.

Una zona de parking junto al puente de Zulema, donde empieza la subida por carretera hacia el Gurugú, cercano a Los Hueros, pedanía de Villalbilla.

Allí un pequeño descanso para reponer fuerzas y tomar el plátano que revive a los muertos, y vuelta atrás siguiendo nuestros pasos.

El pelotón de descanso
Foto: Josemari

El pelotón en el descanso en la entrada al Parque Natural de Alcalá de Henares
Foto: Marqués

La vuelta sin sorpresas y con el pelotón casi unido, con leves esperas en cada tramo recorrido.

El final, como siempre en las etapas por esas campiñas, con el hito final de la subida del Cristo de Rivas, donde cada uno sube como puede y que coloca definitivamente a cada uno en su lugar.

Y el final, ya sabéis, el Camelot, con cervecitas, paella y buen rato de charla. Con 56 kilómetros sobre nuestras piernas y solo 4 horitas después.

Nada más, no me enrollo y solo recodar para quien salga el fin de semana que viene, día 30 de octubre, que en esa noche se cambia de horario al invernal y que se puede dormir una hora más, el que pueda.

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