A la nueva hora de costumbre, las 9:00, cinco Nenazas (Josémari, Calzas, Trancas, el Holandés y el Profe) estaban preparados para tomar la salida hacia Morata, y el Marqués de la Piedra para darla, cuando aparecieron el Gran Lemond y, sorpresa, el Cojo de Picos de Urbión (Rulo), dispuesto a dar batalla por los riscos de Arganda como si no hubiera sido operado hace un mes. Impresionante y digno de que la etapa se le dedique a él, como en su día teníamos que haber dedicado la de Chin Chao a Josémari, otro héroe.
Hay que destacar también que, después de un tiempo que no ocurría, todos los gallos del pelotón estaban juntos en una etapa, por lo que se preveía movidita.
Apremiados por el Marqués y bien abrigados, fuimos bordeando el Cerro del Telégrafo, como últimamente es habitual, para bajar hacia la Laguna del Campillo y coger la carretera de Chinchón hacia el camino Vaaámono. Algún escarceo por el asfalto, reagrupamiento al comienzo del camino que duró mientras los charcos cerraban el paso.
Rulo en la cuesta Vaaámono
El Profe en la cuesta Vaaámono
Fotos: Trancas
A partir de que el camino estuvo en buen estado se rompió el pelotón para agruparse junto al puente de la ruta verde y desagrupamiento otra vez hasta llegar al helipuerto de Morata.
En el breve descanso, platanitos, fotos y Trancas zampándose un tubito de los que toma GPS, en vez de las magdalenitas habituales sentado muy recogidito como él sólo sabe. ¿Qué está pasando?
Foto: Lemond
Arreglos: Antonio
El Profe con sus juegos
Foto: Josemari
Josemari en el helipuerto
Foto: Lemond
Video de la parada del platanito
Autor: Josemari
Con destino el Camelot montamos las burras para volver por el mismo camino, en dos grupos esta vez: el de los gallos y el de Cafarnaún, con los dos lisiados y el que no le iban las piernas luchando con la ruta verde y pensando en la subida del pueblo…
Al final el premio del Camelot en forma de cervecitas y las espectaculares raciones de oreja y paella.
Foto: Lemond
Grande el Camelot y grandes los Nenazas.
1 comentario:
Vamos a tener que hablar muy seriamente con la dirección del Camelot, y presentarles estadísticas de entradas al blog, porque la publicidad que les estamos haciendo bien vale unos maillots en condiciones para los Nenazas. Que no solo de paella y oreja vive el ciclista.
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