15 de enero de 2012, pese al lock out a Pozuelo del Rey y tomar por culo

La salida de la etapa fue de nuevo convocada a las 9 de la mañana, y pese al lock out femenino, que en principio parecía que no iba a afectar demasiado al pelotón, éramos 10 los participantes en la jornada dominical.

Antes de la salida
Foto: Lemond

La etapa diseñada por GPS, algunos lo estaban esperando con emoción.

Empezamos con salida por el parque del Cerro del Telégrafo aunque dando una pequeña vuelta perimetral campestre al cerro, volviendo de nuevo al itinerario habitual en la parte alta de la calle Pilar Miró.

Una bajada en la que el frío era la nota dominante de la jornada, y que acabó al llegar a la laguna del Campillo. Continuamos rodeando la laguna y cruzando el rio por el puente metálico del Tren de Arganda, que pita más que anda. Allí las fotos de grupo, porque el lock out había afectado algo más al pelotón y a alguno le quedaba poco tiempo para retornar al hogar a cuidar a los vástagos y sus santas de paseo. Pero claro, eso es otra historia que esperemos dure poco.

Imágenes del pelotón
Fotos: Marqués

Subimos la primera parte de la vía verde hasta la mitad de la primera cuesta y ahí giramos a la izquierda por dentro del polígono en dirección a la zona noreste de Arganda, para tomar caminos en dirección hacia Campo Real.

Poco antes de dejar Arganda llegó la despedida de tres de los miembros del pelotón, a dos se les echaba la hora encima y al tercero, la cuota de kilómetros diaria.

El resto subimos por caminos ya conocidos aunque hacía mucho tiempo que no los transitábamos, pero no había problema, GPS iba comandando al grupo. En un momento de la etapa vino la primera negociación, para alcanzar Campo Real GPS propuso dos rutas, una con una parte muy empinada y en teoría más corta, y otra más suave en teoría más larga.

Cuatro eligieron la ruta empinada y los otros tres, la larga y más suave, pero todo debió ir igual porque la llegada fue al unísono, con los siete en la plaza de Campo Real a la vez.

En la plaza de Campo Real la parada de habituallamiento, sin foto de grupo. Platanito, barritas, y otras viandas, incluso me bebí una pequeña botella de Red Bull que parece que me hizo revivir durante un rato cuando íbamos hacia Pozuelo del Rey. Porque en segunda negociación decidimos seguir adelante y no volvernos sobre nuestros pasos.

Salimos como flechas, y se nos quedó retrasado el Profe, que poniéndose el casco en la plaza del pueblo no siguió nuestra estela y hubo un tiempo extra de relax hasta que conseguimos que se reincorporara al pelotón.

Unos tiramos camino adelante, otros fueron en su busca y alguno esperó a la salida de Campo Real, y llegando a los desfiladeros de la ruta hacia Pozuelo, nos juntamos de nuevo.

Ruta hacia Pozuelo del Rey
Foto: Marqués

Pozuelo del Rey está relativamente cerca de Campo Real, y la vuelta empezó nada más llegar a las estribaciones de dicho pueblo madrileño. Fue el punto más alejado de la etapa y de ahí el regreso para casa.

De Pozuelo del Rey tomamos dirección a Loeches, porque vino una tercera negociación y decidimos que ir hasta Valverde de Alcalá sería demasiado para algunos y sobre todo nos retrasaría mucho la llegada al Camelot.

Hasta Loeches un largo camino más o menos llano y una buena cuesta abajo que nos llevó hasta su casco urbano. Unos solo lo conocían hacia arriba y yo también lo hice este verano en solitario en aquella recordada etapa en la que Elevator sufrió de calambres y yo me quedé retrasado haciendo una foto a un sapo, y tras no relocalizar al resto, volví en solitario desde Valverde de Alcalá, pasando por Pozuelo del Rey.

Tras cruzar Loeches tomamos dirección hacia Velilla de San Antonio, camino también muy conocido por el pelotón.

Yo llegué ya separado del grupo a Velilla, y el resto del camino fue un calvario para mí. Aunque a la salida de Velilla hacia los viveros Don Pedro, Josemari me esperaba, mi ritmo era inferior al suyo y de lejos pude seguirle con la vista pero no de cuerpo presente.

Como digo, era un calvario para mí, el Red Bull parece que me dio alas al principio, pero después entre el frío y el exceso de esfuerzo, fue una verdadera losa difícil de llevar a la espalda.

Llegué en solitario a los viveros y tras un pequeño descanso cruce la carretera y tomé dirección hacia Rivas. Parecía que no iba tan mal, incluso intenté seguir la estela de una ciclista que me saludó al pasar junto a mí. si digo una y no uno. Pero unos pocos metros antes de llegar a la rotonda de la 3M, mi muslo dio el primer aviso y hubo erección en el músculo interno que baja a la rodilla. Según veo se debe llamar Vasto Medio. Una calamidad.

Una vez en la rotonda, con más pena que gloría me subí de nuevo a la burra. Pude subir un largo tramo a trote cochinero hasta casi la ermita del Cristo, pero ahí muy cerca de sus muros, vino el segundo y último aviso. Esta vez en ambas piernas a la vez y ya pude más que recuperar un poco y subir a pedalillo hasta la avenida de las provincias.

Allí volví a subirme y llegar hasta el Camelot, donde me esperaban los elegidos de la jornada, un plato de paella, un par de cervezas y para finalizar un buen plato de oreja a la plancha, ¡Qué rica está!

Y no me olvido de nombrar a la última incorporación al pelotón, David. Que viene dando fuerte y lleva dos etapas pedaleando junto a las Nenazas. Bienvenido al pelotón.

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